Automatización del empleo; ¿México se está preparando para cuando los robots desplacen a los humanos de su trabajo?
Xataka –
México, 27 de marzo de 2017
Jaime Villasana Dávila
En meses recientes han sido presentados numerosos
estudios sobre la automatización de los empleos, es decir, máquinas
sustituyendo a humanos en sus trabajos. El más nuevo quizá sea el de PwC (marzo). Otro más
es el elaborado en diciembre por la administración de Obama. Pero hay uno que data del verano pasado y que involucra a México.
Se trata del estudio de la consultora McKinsey, quien analiza a los países más susceptibles de verse “afectados” por
dicho fenómeno. Y sí, uno de ellos será México pues hasta un 52% de sus empleos
podrían ser automatizados. ¿Hemos comenzado a hacer algo al respecto? ¿La
reforma educativa recién aprobada en nuestro país apunta hacia dicho reto? ¿En
cuáles industrias o sectores iniciará antes dicho fenómeno, sino es que ya
inició?
Imagen; SocialMedia |
Trump; amenaza de corto plazo…
Ante la incertidumbre por la belicosidad y estrategia
de Trump de atraer más manufactureras a EE.UU., implicando pérdida de empleos
en México, es necesario visualizar más allá de lo que representan el presidente
del país vecino y el TLC, el cual es tan sólo un instrumento. Me refiero a recuperar
el enfoque del mediano y largo plazo, aunque quizá sea mejor decir a
“construirlo”.
Y
en estos escenarios en el tiempo se trata de continuar las reformas estructurales
que faltan como la de pensiones, urbana-municipio y, por citar una más, la estructura
económico-laboral. Ésta última basada hoy en día en México en el empleo
manufacturero barato y del cual China comenzó a salir, toda vez que está migrando
a industrias más sofisticadas que conllevan a empleos mejor remunerados.
Concretando,
Trump y lo que representa (muro, TLC) es el corto plazo mientras que la
automatización del empleo (y otros temas) son el largo plazo. Muchos dirán “sin
corto plazo, no hay largo plazo” y hasta cierto punto tienen razón. Pero
enfocarse en un solo escenario (corto plazo) es simple y llanamente miopía. En
cualquier proceso serio de visualización del futuro se deben considerar los
tres escenarios.
Automatización; “amenaza” de
largo plazo
Los reportes de McKinsey, PwC y de la Casa Blanca
dibujan un escenario bastante retador en el binomio empleo-automatización,
incluso para los países desarrollados. Hablemos de los tres brevemente.
En su estudio McKinsey analizó poco más de 2,000
actividades laborales de más de 800 ocupaciones o cargos entre los cuales
identificó aquellos altamente susceptibles de ser
automatizados. Por ejemplo, el empleo del comercio al detalle (retailing).
McKinsey estima que hasta un 53% de las actividades que se realizan en este
sector son automatizables, aunque ello depende de la ocupación específica que
se realice. Y es que las empresas detallistas pueden tomar ventaja de la
tecnología disponible para la administración de inventarios, empaquetado y
logística, áreas donde hoy en día el humano es protagonista.
Por su parte PwC señala que hasta un 40% de los
empleos en EE.UU. podrán ser potencialmente automatizables en los próximos
quince años. Las cifras de la automatización laboral varían por país y PwC
calcula que en Reino Unido se ubica en un 30%, en Alemania en un 35% y en Japón
en 21%. Recordemos la cifra de McKinsey para México; hasta un 52%.
El reporte de la administración
Obama retoma cifras de varios estudios y estima una banda porcentual más
amplia; entre 9% y 47% de empleos y en un plazo de entre 10 y 20 años. Aun así
un 9% de empleos automatizados significa cientos de miles de personas
desempleadas en un país como México.
Y no nos equivoquemos; la
automatización en el empleo no es una amenaza, sino la oportunidad de generar
sociedades más productivas y por lo tanto competitivas. Sería un grave error
impedir el avance de la tecnología en este tema. El reto o problema se ubica en
otros lados.
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