Artículo Más Información, 27 de septiembre
de 2023
LOCALEANDO - Jaime Villasana Dávila
Omar García Harfuch y Alberto Capella son dos policías de carrera que se acaban de convertir en políticos y buscan gobernar. El primero a la Ciudad de México por MORENA y el segundo a Tijuana y todo indica por el Frente Amplio.
Ambos iniciaron su carrera policial o en seguridad casi al mismo tiempo,
aunque Harfuch la eligió por gusto (2008 aprox.) y Capella por necesidad al
sufrir un atentado en Tijuana en 2007 cuando era un abogado y activista social.
Por cierto, un par de años antes a dicho atentado conocí a Capella al trabajar
juntos en un proyecto para medir la transparencia en los municipios de Baja
California.
Los dos son personas técnicas o “tecnócratas” en su campo de experiencia (seguridad) y ambos han dado buenos resultados en sus posiciones. Harfuch en la Ciudad de México y Capella como director de seguridad pública en Tijuana, Morelos y Quintana Roo.
En experiencia de desempeño mediático Capella le gana a Harfuch, toda vez que ha tenido más contacto con micrófonos y temas sociales. Recordemos que Capella era activista social antes. Esto se nota en las últimas entrevistas que le han hecho a Harfuch, con un desenvolvimiento más trabado ante las preguntas que le hacen en entrevistas y en los pocos mítines a los que ha acudido. Pero seguramente aprenderá rápido de otros temas distintos a la seguridad y de paso también aprenderá algunas “prácticas” de los políticos como la adulación, que ya lo hace hacia Sheinbaum.
No es la primera vez que un “policía” o personaje vinculado a la seguridad vaya a gobernar una ciudad o un estado. El último caso más notorio es de Miguel Ángela Mancera, quien antes de ser Jefe de Gobierno de CDMX previo a Sheinbaum fue Fiscal de CDMX en el gobierno de Ebrard. Sus resultados fueron de claroscuros.
Pero el tema de fondo es que estos “policías” o expertos en seguridad pública buscan gobernar dos de las ciudades más importantes del país y cuya relación con la seguridad es un “sube y baja”. Hoy CDMX está relativamente tranquilo y Tijuana volvió a caer en el caos, luego de que autoridades anteriores habían hecho muy buen trabajo.
¿Es bueno o malo que un policía o experto en seguridad dirija los distintos de una ciudad o un estado?
Es común que en las empresas o ciudades de países de primer mundo se nombre / elija a una persona con un perfil alineado a los principales problemas que enfrenta la empresa / ciudad. Por ejemplo, si el problema mayor son las finanzas entonces el perfil de la persona será financiero, precisamente para que resuelva el problema respectivo.
Hoy en día el principal problema en México es la seguridad en casi todas las ciudades y estados del país, con contadas excepciones como Yucatán, Coahuila, Mérida, Saltillo, Ciudad de México o San Pedro Garza García, por citar algunos casos. Pero eso no significa que se debe bajar la guardia en estos lugares.
Dado este ambiente la lógica diría que casi todos los alcaldes y gobernadores del país deberían tener un perfil de policía o experto en seguridad para solventar el grave problema que aqueja a México. Pero el asunto no es tan sencillo, pues la seguridad no se resuelve solo con más policías, equipamiento y dinero, sino con una estrategia integral que involucra muchos otros temas como procuración de justicia, ética pública, prevención, obras públicas, desarrollo social y hasta desarrollo urbano.
Uno de los riesgos de personas con este perfil sería en que estos “nuevos políticos” lleguen también con personas vinculadas al crimen, de las cuales hay muchas en los aparatos de seguridad pública y fácilmente pueden filtrarse. Añádase la debilidad institucional de los gobiernos locales, la tentación de tener todavía más poder y una posible percepción de que todos los problemas se resuelven con más orden y aplicación de la fuerza.
Pero Harfuch y Capella son personas preparadas y creo estos riesgos se pueden minimizar. Pero no todos los “policías” en el país que vayan a querer ser gobernantes tienen este perfil y aquí es donde entran los partidos políticos, los gobernantes que van de salida y, principalmente, la ciudadanía, para no dejar competir a policías disfrazados con piel de oveja.
En lo personal celebro que ambos personajes entren a competir por un cargo de elección popular. Además han tenido buen desempeño en sus cargos.
A la política le hace falta más técnica y mucha menos partidización.
GLOSA: López Gatell es también un técnico (en el ámbito de la salud) que quiere gobernar CDMX, pero en este caso su incompetencia está totalmente comprobada. México tuvo uno de los peores desempeños para enfrentar al COVID19 y ello se debe en buena medida a dicho personaje. Seguramente el Frente Amplio se frota las manos para que MORENA lo elija, sin embargo ello no sucederá y López Gatell lo sabe desde un inicio. Lo que él busca es simplemente fuero con alguna candidatura al Senado o diputación local o federal. Busca pues impunidad. Veremos si MORENA se lo da.
www.localeando.com Twitter: @jvillasanad
Comentarios