Artículo Más Información, 22 de noviembre
de 2023
LOCALEANDO - Jaime Villasana Dávila
Debo reconocer que mi gusto por las artes era muy limitado hasta el 2004. Lo mío eran y son las ciudades, la administración pública, el regionalismo y la política. Pero en ese año conocí a la que luego sería mi esposa, ella sí conocedora de la pintura y la ópera, principalmente. Algo se me ha pegado desde entonces y le he aprendido un poco sobre pintores, obras de ópera y similares.
En todos estos años nunca habíamos conversado (que yo recuerde, pero ella dice que sí) sobre el pintor estadounidense Edward Hopper (Nyack, Nueva York, 1882-1967). Ella ya conocía algunas de sus obras.
Resulta que Hopper tuvo algunas estancias en mi querido Saltillo a finales de los 40s y 50s y produjo algunas pinturas sobre la ciudad (ahondaré más adelante en ello). Sin embargo, mi esposa no sabía de ellas pues, debe reconocerse, no son de sus más famosas.
Cuando lo supo su sorpresa fue mayúscula y más la mía ¿Cómo era posible
que uno de los 10 pintores contemporáneos más famosos de EE.UU. había dedicado
parte de su obra a mi querido Saltillo?
Pero me regreso un poco. En estos días mi sobrino nos anda visitando por estas tierras vienesas. Él tiene como protector de pantalla de su smartphone la quizá pintura más famosa de Hopper titulada Nighthawks de 1942, exhibida (si no me equivoco) en el Instituto de Arte de Chicago. Aquí o a continuación la puedes ver.
En una sentada a la mesa entre los tres, mi esposa alcanza a ver tal imagen en el smartphone y le pregunta a mi sobrino porqué tiene ese protector de pantalla, siendo una elección algo rara para un joven recién entrado en la década de los 20s. Él respondió que le gustaba ese pintor y al cual conoció debido a mi cuñado, quien gusta de la literatura y el arte.
Ellos entablaron plática y mi sobrino comentó sobre sus pinturas de Saltillo y ¡pum! viene la sorpresa para mi esposa y para mí.
En ese instante me puse a indagar sobre este pintor estadounidense y la
verdad estoy fascinado de haberlo conocido por varias razones. Las dos más importantes
son porque, primero, su estilo de pintura es el “realismo” la cual me gusta, y segundo,
por sus pinturas sobre la capital del mundo; Saltillo.
Como cité renglones atrás, Edward Hopper es uno de los diez pintores contemporáneos más famosos de EE.UU., ubicándose a la par de Geogia O´Keeffe, a quien sí conocía y nos dejó unas hermosas pinturas igualmente del estilo realista, muchas de ellas exhibidas en el museo en su honor en Santa Fe, Nuevo México, mismo que recomiendo visitar.
De este aprendizaje que tuve por pura casualidad aprendí varias lecciones.
La primera es que el conocimiento o descubrimiento de algo lo podemos tener en nuestras narices y se requiere suerte más un comentario o una vista para saber de ello. El mundo es muy pequeño y está lleno de casualidades. Si mi sobrino no hubiese tenido ese protector de pantalla y mi esposa no hubiera intercambiado comentario con él, yo no hubiera sabido del gran pintor estadounidense en quien sabe cuánto tiempo, si es que así sucediera.
La segunda lección es mi descubrimiento del mismo Hopper, quien tuvo una vida interesante según lo poco que apenas he leído. Hay de pintores a pintores y en el realismo Hopper dejó profunda huella en la pintura contemporánea y el arte popular estadounidense.
La tercera son obviamente las pinturas de Hopper sobre mi querido Saltillo. Tiene varias y todas son hermosas. No entraré en detalles de sus visitas a la capital coahuilense y mejor te recomiendo la lectura del artículo “Edward Hopper's Saltillo” por Nic Miller, apenas publicado el pasado mes de agosto. Puedes leerlo aquí. Otro recomendable artículo es “Edward Hopper en Saltillo” de Diego Ávila de diciembre de 2020 y disponible aquí.
El Dr. Alejandro Pérez Cervantes, investigador de la Universidad Autónoma de Coahuila, igualmente publicó un artículo sobre él. Disponible aquí. Obviamente hay muchos más y en Google los encuentras con facilidad.
La cuarta lección es si las ciudades aprovechan de alguna manera hechos como estos; más ciudades que no pintan mucho en el ámbito de las artes. No estoy seguro si en Saltillo se sabe masiva o popularmente sobre este gran pintor y sus pinturas sobre nuestra hermosa ciudad. No sé si lo hemos apreciado y sobre todo aprovechado. Es evidente que entre la comunidad pintora y artística de la ciudad es conocido, pero no entre “la raza” o la comunidad en general.
Conferencias, paneles, exposiciones, intercambios con el Museo Hopper de EE.UU. y muchas otras actividades culturales y hasta comerciales pueden organizarse para utilizar (en el buen sentido) el trabajo de Hopper en beneficio de la ciudad y su posicionamiento. ¿Qué tal una cátedra universitaria sobre Hopper en Saltillo quizá con apoyo del Museo Hopper? Si ya existe, excelente, pero si no, organizarla sería beneficioso.
En el ámbito comercial quizá algo bueno pudiera dejar una campaña turística en EE.UU. o el resto de México sobre sus obras y Saltillo. “Conozca la ciudad que inspiró a Hopper, el autor de Nighhawks, a producir algunas de sus pinturas”, pudiera ser el slogan. El turismo cultural también genera derrama económica.
En el ámbito educativo ¿se incluye en ciertas clases o libros de texto básico las pinturas de Hopper sobre Saltillo? Si no ha sido así, quizá estamos dejando de inspirar al próximo niño, niña o adolescente que potencialmente sea un gran pintor.
Hasta donde sé, son muy pocos los pintores de renombre que han producido sus obras inspirados en Saltillo. Hay que reconocerlo; no somos un San Miguel de Allende, Ciudad de México o Oaxaca capital, por citar tres casos, pero también tenemos lo nuestro. Aprovechémoslo tanto como podamos en cualquier ámbito. Lo mismo aplica para otras ciudades con casos como Hopper y Saltillo.
www.localeando.com Twitter: @jvillasanad
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