Arreglemos tema migratorio antes que sea muy tarde

 

Artículo publicado en Más Información, 10 de enero de 2024

LOCALEANDO - Jaime Villasana Dávila

Nadie en su sano juicio desea que no exista la migración, la cual ha existido desde el origen de la humanidad misma. La migración tiene muchos beneficios para los involucrados. Pero una cosa es una migración ordenada donde todos salen ganando, principalmente los migrantes, y otra cosa es una migración caótica en la cual quien más pierde también son los mismos migrantes, pues muchos de ellos pagan con sus vidas.

Migración; tema complejo que requiere decisiones difíciles. Imagen: Proceso.

El fenómeno migratorio que hoy tenemos en México es el más caótico que se haya tenido, al menos en los últimos cincuenta años. Decenas de miles de migrantes de múltiples países entran y se trasladan por el país todos los días causando riesgos para ellos, tensiones sociales en las comunidades donde se quedan o transitan y generando crisis para los tres órdenes de gobierno.

Muchos son los factores generadores. Uno muy claro son las dictaduras y autoritarismos en muchos países como China, países africanos y asiáticos, Venezuela, Cuba o Nicaragua, por citar algunos. Otro el cambio de señales de políticas migratorias en USA, Europa y ahora México.

El caso es que el tema migratorio en USA le puede costar a Biden la reelección presidencial si no hace algo pronto. Hasta los mismos alcaldes y gobernadores demócratas le están pidiendo hacer algo ya.

Y para poder hacer algo México juega un rol central. Por ello las últimas reuniones de alto nivel entre funcionarios de ambos países y varias más a celebrarse en las semanas por venir.

El problema es que ahora el reto migratorio ya no solo es de USA, como solía suceder. Ahora también es de México pues muchos migrantes deciden quedarse y los miles que van de paso generan muchos retos en las comunidades por donde pasan o se hospedan. Si para USA  ha sido un tema de seguridad nacional por décadas, para México ya lo está siendo también.

Para visualizar algo de lo que puede suceder en lo político y social en México si no se controla la migración acudamos a lo acontecido en Europa luego de las revoluciones árabes por la democracia hace poco más de una década. En aquel entonces cientos de miles de migrantes árabes buscaron llegar a Europa. Muchos lo lograron y lamentablemente muchos también murieron en el intento.

Fue tanta la migración que las tensiones sociales y políticas en los países europeos no tardaron en llegar. Los partidos extremistas de derecha e izquierda y los antinmigrantes lograron presencia considerable en congresos y parlamentos, forzando a los gobiernos moderados a actuar. Sabían que de no hacerlo la situación iba a empeorar en sus ciudades y comunidades, poniendo en riesgo a la democracia misma.

El debate europeo sobre la migración continua pero si algo pudieron hacer es más o menos controlar la migración con mayor vigilancia en el mediterráneo, es decir, aplicando mano dura, y acordando con Turquía para que reciba a cientos de miles de migrantes árabes a cambio de miles de millones de euros, muy necesarios para un país con crisis económicas constantes.

Lo sucedido en Europa (extremismo) también ya está presente en USA y en buena medida por ello ganó Trump en 2016 y es posible vuelva a hacerlo en 2020 si Biden no logra controlar el problema en las próximas semanas. Y cuando líderes como Trump llegan al poder por problemas como la migración descontrolada, entonces se pone en riesgo a la democracia misma. En otras palabras, una migración caótica añade tensión y estrés a cualquier país democrático, poniendo en riesgo sus equilibrios sociales y políticos.   

En México creemos que problemas sociales y políticos derivados de una migración caótica nunca van a suceder. Creemos que somos diferentes a los demás países y que nosotros si queremos a los migrantes.

Pues le tengo malas noticias. No somos diferentes a los países europeos y tampoco a USA. No hemos tenido sus problemas internos porque nunca habíamos experimentado los niveles de migración actual, pero ahora que lo estamos experimentando las reacciones sociales ante este fenómeno ya están presentes en Chiapas, Oaxaca y en los estados del norte.

Y después de las reacciones sociales de manera natural vendrán las reacciones políticas a manera de discursos duros contra la migración y quizá hasta el surgimiento de partidos políticos anti inmigrantes. No habría porque sorprenderse de ello si sucediera.

¿Qué hacer? El problema es tan complejo que es difícil saberlo, pero el sentido común dicta hacer algo e iniciar por lo que puedes controlar y eso, para iniciar, son tus fronteras. México ahora no tiene control de su frontera sur y es muy complicado que lo pueda lograr. Si USA no puede, siendo la potencia número uno a nivel mundial, mucho menos podrá México. Pero algo hay que hacer y no es precisamente lo que está haciendo el actual gobierno federal, quien prefiere tratar de controlar el fenómeno cuando ya lo tienes en casa en lugar de pararlo antes de que entre a tu casa.

Otra acción por ejecutar es exigirle a los países expulsores y de tránsito medidas puntuales so pena de exigir visado a sus ciudadanos para poder entrar a México. Pero resulta que muchos de estos países tienen presidentes que son “amigos” de AMLO y este jamás querrá hacer algo así. Él prefiere que el país se caiga a pedazos en este tema antes de actuar como debe de ser. Por lo anterior, esta labor deberá ejecutarla la próxima presidenta de México.

Concluyo con una analogía. Cuando uno da alberge a un pariente o amiga(o) en casa propia dado que este tiene problemas y requiere de este apoyo, al inicio uno lo hace con todo el gusto del mundo. Además, sabemos que será algo temporal mientras mejora el panorama de la persona para luego marcharse.

Pero cuando dicha persona por alguna razón extiende su plazo de estancia, la situación comienza a cambiar. Y llegará el momento en que se le dirá a esa persona, con toda la pena del mundo, de que se tiene que marchar pues ha desbalanceado su vida y le ha ocasionado retos y problemas. Y si no se marcha entonces se toman medidas drásticas, pues de no hacerlo se corre el riesgo de perder la propia estabilidad personal, familiar, económica y hasta laboral.

Pues bien, no hay que ser experto en migración con grado posdoctoral en Harvard para saber que algo similar sucede con los países que albergan migrantes, como ahora lo comienza a ser México.  

AMLO agravó el problema migratorio en México al abrir las puertas de par en par a la migración descontrolada en 2018. Lo sigue agravando en parte al no exigirle a sus amigos dictadores de países expulsores de migrantes el que actúen ante el fenómeno.

La próxima presidenta tiene un reto monumental en este tema. Y el país también. Mientras que las ciudades y estados mexicanos más afectados, junto con sus ciudadanos, le hagan como puedan.

www.localeando.com  Twitter: @jvillasanad

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