El próximo rector de la UAdeC: retos y actores

 Artículo publicado en Más Información, 22 de enero de 2024

LOCALEANDO - Jaime Villasana Dávila

Salvo ocurra una sorpresa, la máxima casa de estudios de mi estado natal la Universidad Autónoma de Coahuila (UAdeC), tendrá como nuevo rector a Octavio Pimentel Martinez, el “inge Pime”, como le llaman en la universidad. Va como candidato de unidad en las elecciones del próximo 31 de enero.

Lo difícil no es llegar sino, una vez en Rectoría, hacer que los cambios positivos se den. Imagen: Sitio web Octavio Pimentel. 

No conozco a detalle la situación política, operativa y financiera de la UAdeC salvo lo leído en las notas de prensa, pero tampoco hace falta para señalar que significará un enorme reto al próximo rector colocarla en un mejor estado al actual. La razón es simple: cuando una entidad pública, sea cual sea su perfil, debe ser “rescatada” reiterada y financieramente por el gobierno, significa que tiene problemas. Y la UAdeC tiene tiempo de venir siendo rescatada (o apoyada) por el gobierno del estado.

Muchas son las razones por el estado financiero actual de la UAdeC. Quienes mejor las saben son sus mismos directivos y quizá algunos servidores públicos del gobierno del estado. También saben cuales son las soluciones o acciones correctivas a aplicar pero, como en cualquier gobierno o entidad pública, son difíciles de ejecutar debido principalmente a sus costos políticos y quizá hasta sociales.

Aplicarlas de manera a rajatabla es inviable; crearía un caos o una rebelión generando más desestabilidad que estabilidad. Aplicarlas de manera planificada pudiera ser la opción pero ¿hay voluntad de aplicarlas cuando la interrelación de intereses de todos los actores involucrados es tan profunda?    

Basándome en notas de prensa todo parece indicar que el rector saliente pateó el bote hacia adelante. Quizá aplicó alguna mejora aquí y allá, pero no las que necesita la UAdeC para mejorar sustancialmente su estado financiero en el corto y largo plazo, mismo que impacta a todos los demás ámbitos de la universidad; operativo, académico, educativo, etc.

Pero eso ya es historia y toca mirar al futuro. Por lo tanto, la pregunta es ¿el próximo rector implementará las medidas necesarias?

El “Inge Pime” lleva casi toda su vida profesional trabajando en la UAdeC (desde 2001). Inició como Jefe de Departamento y su último cargo es Coordinador General de Vinculación e Innovación Productiva, habiendo pasado por una buena parte de cargos administrativos y docentes. Pocos con esa experiencia laboral. Conoce a detalle lo acontecido en la universidad.

En entrevistas con medios, el “Inge Pime” ha dado algunas ideas de lo que busca implementar cuando sea rector como mejorar el estado financiero, diversificar la captación de recursos a través de servicios especializados, revisar la plantilla laboral e implementar medidas de austeridad, por ejemplo. Todas apuntan a solucionar los problemas de la universidad.

Pero una cosa es lo dicho y otro lo hecho o, como también se dice en el ámbito del sector público; una política pública es 10% diseño y 90% implementación. Aquí está la clave. Por eso siempre es difícil gobernar o dirigir un gobierno o entidad pública del tamaño que sea y llevarla a buen puerto.   

Para hacerlo intervienen muchos factores y actores. Me concentro en estos últimos. 

El “Inge Pime” no podrá por si solo darle la vuelta a la situación actual de la UAdeC. Nadie podría. Necesita el apoyo de múltiples actores. Ganárselos requiere liderazgo y convencimiento.

De entrada está el gobernador; guste o no, en México los gobernadores tienen alta influencia en el destino de las universidades públicas estatales y, en el caso de la UAdeC todavía más, dado que el gobierno del estado debe brindar ayuda presupuestal extraordinaria. Si el gobernador apoya las medidas planeadas por implementar del nuevo rector, entonces es un muy buen inicio. Ello significará que el gobernador estará dispuesto a aguantar las presiones que reciba de actores universitarios y no universitarios (proveedores por ejemplo) que sienten amenazados sus intereses.

Otro actor muy importante, quizá más que el mismo gobernador, es la dirigencia de la UAdeC, incluyendo a la dirigencia sindical. Si la dirigencia no predica con el buen ejemplo, no hay nada que pueda hacer cambiar el destino de la universidad. Y cuando digo “buen ejemplo” me refiero con no aplicar el nepotismo, abolir el favoritismo, aplicar la meritocracia, aplicar las sanciones correspondientes cuando así proceda y regirse por las reglas establecidas.  

Si la dirigencia actúa de manera ejemplar (lo mínimo necesario para enderezar a la UAdeC), los niveles inferiores tendrán muy poco margen de maniobra para alejarse del bueno ejemplo de la dirigencia. El dicho es muy sabio y puntual; se predica con el ejemplo.  

Un tercer actor igual de importante es el nivel operativo o medio. En mi experiencia como consultor en el sector público por más de 20 años he visto como este nivel, a pesar de los errores que puedan cometer sus dirigentes, estos son capaces de sacar la chamba adelante, aunque no les pidamos milagros. Si ven que los de arriba son un desastre ética y operativamente, el ánimo y armonía laboral decae rápidamente en este nivel. Otra razón de su importancia es su estabilidad laboral; duran más en sus cargos que los de nivel alto.  

Termino con el cuarto actor (aunque hay más): los académicos. Las universidades tienen su origen y razón de ser por dos actores; los estudiantes y los académicos. Dejo de lado los estudiantes. En las universidades públicas los académicos tienen mucho más peso respecto a las privadas. Un motivo es que algunos o muchos son sindicalizados. Además, son los “ideólogos” o quienes marcan el camino de las ideas. También son quienes fomentan (o deberían fomentar) las actitudes responsables entre los estudiantes.

¿Cuál será la actitud de los cuatro actores citados a partir del próximo 31 de enero? ¿Seguir siendo parte del problema o pasarse al bando de la solución? Ser un Coahuila global, lema del gobernador, requiere de lo último.

Concluyo preguntándome el tipo de huella que dejará el “Inge Pime” al final de su rectoría ¿su gestión será el punto de inflexión para que la UAdeC; a) dejé de ser un problema para el gobierno del estado; b) deje de ser una universidad pública de “medio pelo” y; c) sea la universidad pública que se merece Coahuila?

Lo sabremos cuando termine su rectoría. Por lo pronto el mejor de los éxitos.

www.localeando.com  Twitter: @jvillasanad

Comentarios