Más les vale a los europeos invertir en su defensa

 

Artículo publicado en Más Información, 12 de febrero de 2024

LOCALEANDO - Jaime Villasana Dávila

He tenido la oportunidad de vivir en Europa en dos ocasiones, siendo la primera en España (2006-2007) y ahora en Austria desde hace poco más de un año. Es un continente donde se vive muy bien; sus residentes, ya sean nacidos aquí o nacionalizados, poseen servicios de asistencia social, salud y educación de primer nivel.   

Es muy difícil ver pobreza en las zonas urbanas y todavía más ver cinturones de pobreza rodeando sus ciudades. Quienes se ubican en el nivel bajo obtienen una ayuda generosa del estado aunque eso sí, está condicionada. Nada es gratis, como muchos quieren sea en México. De ser gratis y sin condiciones rompería el círculo virtuoso de las ayudas sociales.

Ucrania se ha defendido heroicamente, pero sola no puede contra Rusia. Los europeos deben ayudarle mucho más y eso implica sacrificios todavía mayores ¿los harán?. Imagen: AP-NPR.

Pero todo progreso y bienestar social en un país o región tiene un costo y en el caso de Europa (y Japón) ha sido el abandono de su defensa militar.

Este abandono voluntario se dio luego de 1945 al terminar la Segunda Guerra Mundial. Al inicio sucedió porque Europa estaba en ruinas y no tenía presupuesto para invertir en sus ejércitos. Además, desde ese mismo año EE.UU. se propuso defender a Europa occidental a toda costa de la Unión Soviética, pues era su primera línea de defensa.

A partir de los 60s, cuando las finanzas de los países europeos estaban ya en mejores condiciones fueron pocos los que decidieron mantener un ejército potente; destacando Inglaterra, Francia y Finlandia. Los dos primeros lo hicieron por orgullo nacional. Los terceros por razones históricas y por necesidad al tener frontera con la entonces Unión Soviética y luego con Rusia. Alemania siempre estuvo ocupada en su reunificación.  

Luego de la caída del bloque comunista entre 1989 y 1991, Rusia estaba en ruinas. La OTAN se expandió al este y los europeos cayeron en la actitud cómoda de “para que invertir en defensa si EE.UU. nos va a defender de cualquier amenaza externa. Además Rusia jamás atacaría a Europa”. Una creencia ingenua ante una Rusia siempre resentida, con recursos naturales enormes, inestable, anti democrática, nuclear, con más de 120 millones de habitantes, potencia en desarrollo militar y siempre deseosa de expandir sus fronteras.

Para no hacer la historia larga tenemos que Europa nunca ha invertido lo suficiente en sus Ejércitos desde que pudo hacerlo y EE.UU. nunca les ha exigido de manera firme poner la parte que les corresponde. Era una relación marital por conveniencia con miedo a decirse sus verdades. Y bien sabemos que esto nunca es bueno.

Sólo algunos países se salvan de invertir en su defensa siendo; Estonia, Letonia, Lituania, Finlandia, Polonia, Romania, Eslovaquia y Grecia. Los siete primeros por tener frontera con Rusia o estar cerca de ella. Los griegos por tener conflictos históricos con los turcos.

De manera que los cientos de miles de millones de dólares que debieron haber invertido en sus ejércitos al menos desde los 60s, lo han invertido en mejorar los servicios para sus habitantes. Esto suena muy bien. Es el sueño hecho realidad de cualquier país, pero es un error mayúsculo cuando tienes de vecino a Rusia por las razones ya citadas.

Si en la vida de una persona no es bueno depender de otra persona, en la vida de un país es realmente un error de sobrevivencia depender de otro país. Eso de las alianzas y las amistades entre países no existe. Jamás ha existido y no existirá. Hay intereses y nada más.

Por ello no debe sorprender las declaraciones de Donald Trump en uno de sus mítines el sábado pasado señalando que si un país de la OTAN no paga su parte, EE.UU. no le defenderá e incluso le dirá a Rusia que haga lo que se le antoje con aquellos países europeos que no pagan por su seguridad.

De hecho Trump ya lo había dicho durante su presidencia y tampoco ha sido el único presidente en decirlo. Presidentes anteriores de EE.UU. y sus diplomáticos lo han comentado con sus pares europeos de forma más discreta y educada.

Desde ayer domingo, pero principalmente hoy lunes, no hay periódico y medio de noticias europeo que no haya publicado lo dicho por Trump. Los líderes europeos también han reaccionado y veo, así de bote pronto, dos bandos.

El primero pujando por incrementar el gasto en defensa a la voz de ya y quizá concretando al Ejército de Europa, una iniciativa empujada por Francia a través de su presidente Emmanuel Macron. Recordemos que Francia siempre ha estado celosa de depender de EE.UU. en este tema. Es un asunto histórico de orgullo e identidad nacional, pero sola no puede hacer mucho por ello depende de sumar más adeptos a su causa, lo cual no es sencillo.

El segundo bando esta dudoso a esa idea e incluso algunos en contra. Inglaterra lo estaba cuando era parte de la UE; argumentaba que la suma de Ejércitos nacionales poderosos es mejor a la tenencia de uno solo. En esta línea hay muchos países europeos actualmente, pero el sentir de la población ha cambiado desde 2022 con la invasión rusa.

Sea cual sea el camino que vaya a seguir la UE para fortalecer su defensa, les llevará tiempo y no lo tienen. Es un enorme “elefante” moviéndose lentamente según la voluntad de 27 países miembros.

De ganar Trump en noviembre, una muy alta posibilidad, a partir del día siguiente a su triunfo una mayoría de líderes europeos desfilarán por la Casa Blanca con papeles en mano comprobándole a Trump que pagan su 2% de GDP en gasto militar. Más no todos podrán hacerlo por muchos motivos (déficit presupuestal), así que llegarán con promesas.

Y ante este escenario hay dos caminos a seguir para los países europeos; a) que cada uno le haga como pueda para garantizarse el apoyo y protección de EE.UU. ante Rusia; b) que de una vez por todas se conviertan en un continente unido, fuerte e independiente de EE.UU. en materia de defensa, lo cual llevará años aunque ya han dado primeros pasos a partir de la invasión rusa a Ucrania en febrero de 2022, más no es suficiente.  

Los europeos apenas están despertando de su sueño para darse cuenta de que la buena vida también requiere de hacer sacrificios. Veremos si pueden actuar rápido ante este escenario al tiempo de enfrentar otros problemas internos (extrema derecha).

El momento de sacrificar algo en gasto social para mejorar sustancialmente su defensa ha llegado, pero tienen que hacerlo con mucho cuidado; un recorte profundo significará descontento y rechazo a armar sus Ejércitos. Pero no tienen de otra; muchos analistas serios del tema dicen que Rusia no se detendrá en Ucrania si huele debilidad y desunión. Solo una Europa bien armada y unida lo puede evitar.  

Glosa 1: Y mientras Europa enfrenta amenazas externas que ponen en riesgo su sobrevivencia, México enfrenta amenazas internas del mismo calibre. La inseguridad es cada vez peor; Guerrero, Zacatecas, Estado de México, Colima, etc. son estados sin ley. Y el presidente quiere hablar de…su libro. Así las prioridades de la 4T.

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