La invasión comercial de China a México debe parar

 

Artículo publicado en Más Información, 27 de marzo de 2024

LOCALEANDO - Jaime Villasana Dávila

Comienzo de manera directa: ¿Por qué están llegando tantos productos e inversión de China a México? Por dos razones; a) México es un mercado grande que debe ser conquistado; b) México está junto al mercado más grande del mundo y es la vía para exportarle, dado que los estadounidenses han ido cerrando sus fronteras a productos e inversiones chinas.

China nos está invadiendo comercial y económicamente hablando y México poco hace para defenderse. Llegan al país desde precursores para producir fentanilo y hasta automóviles, pasando por cualquier tipo de producto que usted pueda imaginarse. En 2022 China exportó a México productos por un valor de 90 mil millones de dólares y México le exportó tan solo 12 mil millones de dólares.  

 

La actual relación comercial favorece totalmente a China. En el gráfico, en línea roja las exportaciones de China a México. En línea azul las exportaciones de México a China. En términos de fútbol nos están goleando 13 a 1 y esto debe parar. Imagen: Secretaría de Economía México.

Para 2023 esta cifra se habrá incrementado en favor de ellos, pues el intercambio comercial durante el mes de diciembre de 2023 fue lo siguiente: China exportó a México 9 mil 274 millones de dólares y México le exportó a China 716 millones de dólares. Una diferencia de 13 a 1 a favor de los chinos.  

A las exportaciones de China a México hay que sumarle la construcción de plantas y parques industriales y hasta desarrollos de vivienda con inversión china. Este tipo de inversiones tuvo un valor en 2022 de 2 mil 520 millones de dólares.

Para tratar de balancear un poco esta situación México modificó en agosto pasado su ley de impuestos a las importaciones provenientes de países con los cuales no tiene un tratado comercial, como es China. Esto de poco sirvió dado que las importaciones de ese país asiático se incrementaron en los meses de octubre a diciembre.

Estas son cifras muy preocupantes para el país (también para EE.UU. y Canadá, nuestros principales socios comerciales) y lo hecho hasta ahora para cambiar esta realidad no es suficiente.

Y no lo digo porque EE.UU. y Canadá estén presionando a México para que incremente todavía más sus tarifas y aranceles a las importaciones e inversiones chinas en el país, pues esa nación asiática “le está metiendo muchos goles” a Norteamérica y le impide lograr su objetivo de fortalecer sus cadenas de suministro.

Lo digo para honrar los principios de reciprocidad e igualdad tan importantes en las relaciones internacionales. 

Todo mundo sabe de las tremendas barreras comerciales que China impone a todos los países para poder entrar a su mercado. Ellos pueden construir plantas industriales y desarrollos de vivienda en México sin obstáculo alguno, pero México (sus empresas) no pueden hacer lo mismo. De entrada les piden como requisito el asociarse con una empresa china y esta deberá tener la mayoría accionaria. Además tendrás que “compartirles” (más bien darles) la tecnología que se desarrolle.

China no deja pasar cualquier tipo de producto de exportación a su país; solo las que le conviene para su desarrollo. Y así un sinfín de obstáculos de cualquier tipo, ya sea reales o inventados al momento, pues recordemos que China es una dictadura partidista y la ley se cambia y aplica sin seguir las clásicos procedimientos de una justica al estilo democracia liberal.     

Hace unos días intercambié mensajes con un conocido que trabaja para una empresa china en México. En su primer mensaje fue tajante y directo: “no veo como alguien pueda parar la invasión China, no hay manera….si esto fuera boxeo China da 20 golpes y el resto del mundo 1”.

Su asombro tiene un sustento: los números que cité en los primeros párrafos y que son totalmente a favor de China. También están las débiles medidas aplicadas por México para balancear la relación. Y si quieres una prueba más terrenal entonces mira las calles de las ciudades de México; cada día se ven más autos chinos por sus calles.

En 2023 las marcas chinas vendieron 130 mil automóviles en México, representando ya casi el 10% de todos los autos vendidos en el país. Esto es pura ganancia para China dado que no tiene plantas automotrices en México, así que todas las cadenas de suministro están allá. Sumemos que muchos modelos no cumplen con las reglas de seguridad. 

Los defensores de China van a decir que sus productos benefician al país al ser de precio accesible para los mexicanos y, además, que sus inversiones generan empleos. Dirán también que permite depender menos de EE.UU.

En parte tienen razón, pero con su postura están perdiendo el bosque por un pino. Primero porque México pertenece a Norteamérica y debe hacer tanto como pueda para fortalecer tal integración; los beneficios de ello son más que evidentes. En segundo lugar porque los productos “baratos” de China pueden también conseguirse en otros países del sudeste asiático, India e incluso de Latinoamérica, quienes no ponen trabas al intercambio comercial.

Por cierto ¿quiere México estrechar lazos con sus “países hermanos” latinoamericanos y mejoren sus economías para bajar la expulsión de tantos migrantes hacia EE.UU. pero que se quedan en México? Comprémosles más a ellos.

En esta batalla contra la invasión comercial de China hay varios actores que deben hacer su parte y dos son muy importantes. Uno es EE.UU., quien debe disminuir sus compras de productos y servicios chinos vía México y sustituirlos con productos de México, India, Vietnam, etc. Esto ya lo comenzó a hacer desde el primer año de la presidencia de Donald Trump y el proceso se llama decoplamiento (Canadá también está en ello). Hoy China ya no es su principal socio comercial. Ahora lo es México. De todas maneras el decoplamiento les llevará varios años más.

El otro actor somos nosotros mismos. Nadie quiere cerrar completamente el comercio con China. Se pide sea justo y recíproco. No una relación 13 a 1 en favor de ellos. Debe tenerse en la mira siempre la protección y desarrollo del mercado mexicano (China hace lo mismo con su mercado) y de nuestros otros socios comerciales. 

No cometamos el mismo error que EE.UU. hizo con China de 1980 al 2017; abrirles la puerta de par en par y depender tanto de ellos que ahora es una amenaza para su seguridad nacional.

México todavía está a tiempo de construir una relación comercial balanceada con China. Tiene la sartén por el mango. Ellos nos necesitan más a nosotros, que nosotros a ellos. Usémoslos como ellos lo hacen con nosotros, recordando que en las relaciones internacionales no hay países amigos (ni siquiera EE.UU., Canadá, Chile o Cuba), solo intereses nacionales.

AMLO lo dijo muy claro en una de sus reuniones con Biden y Trudeau; hay que detener la amenaza comercial china. El problema es que no cumplió, como en muchos otros temas. Los está dejando pasar con las puertas abiertas.    

El próximo gobierno federal debe corregir esta situación antes que sea muy tarde.   

Glosa: La semana entrante estaré fuera de circulación, así que nos leemos el próximo 8 de abril. Gracias.

www.localeando.com  Twitter: @jvillasanad

Comentarios