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publicado en Más Información, 12 de junio de 2024
LOCALEANDO - Jaime Villasana Dávila
En mi opinión lo más difícil de gobernar es un municipio. Incluso más que gobernar un estado o un país. En estos dos niveles cuentas con recursos humanos, materiales y económicos suficientes, además de tener acceso a conocimiento y talento en abundancia. Otra cosa es que no sepas usarlos y administrarlos.
En cambio un municipio cuenta con
muchos menos recursos y, si este se ubica en zonas alejadas, el talento y
conocimiento es limitado o muy limitado.
Otro factor muy importante es la ciudadanía. Suena a cliché pero el gobierno municipal es el más cercano a la gente y el que mayor reclamo recibe de su ciudadanía. El o la Alcaldesa viven y hacen su vida personal en el centro urbano que gobiernan mientras que el o la gobernadora o presidenta pueden ser de otro lugar. Sus vecinos son unos completos desconocidos.
Hago esta introducción al tema de hoy porque, luego de estar de visita un mes en mi ciudad natal, pude constatar nuevamente los enormes retos que han atendido bien o mal alcaldes anteriores y el actual y que pronto deberá atender el electo y futuros. Todo ello con recursos limitados aunque, por ser la capital, hay conocimiento y talento.
En este mes tuve la oportunidad de platicar con empresarios, emprendedores, servidores públicos y académicos. Hubiera querido hablar con más personas (reporteros por ejemplo), pero nunca hay tiempo suficiente.
Con todos estos insumos, en seguida enlisto lo que en mi opinión son los grandes retos que debe enfrentar el municipio en el corto-mediano bajo el liderazgo de su actual y próximo gobierno municipal.
AGUA. Tengo la impresión de que los saltillenses no nos damos cuenta de la gravedad del problema de la escasez del agua. Y eso se debe en parte al buen trabajo que realiza Aguas de Saltillo (Agsal). El municipio tuvo un acierto monumental al haber creado esta empresa paramunicipal hace más de 20 años en sociedad con Aguas de Barcelona. De no haber sido así, estuviéramos sufriendo un mal servicio y escasez como la Zona Metropolitana de Monterrey o, para no ir tan lejos, como Ramos Arizpe, municipio que cometió el tremendo error de haber cerrado una empresa similar a Agsal debido a motivos y caprichos políticos. Ojalá la revivan.
Pero Aguas de Saltillo no hace milagros y más pronto que tarde tendrá que lanzar un grito de alerta todavía más fuerte a las autoridades municipales y a toda la población para tomar medidas extremas, como limitar el número de autorizaciones de tomas nuevas por mes, sustituir sanitarios y bañarse sólo una vez al día, por citar tres ejemplos. El asunto se agravará si este año no nos cae un huracán para recargar los mantos acuíferos. La sequía, la ubicación geográfica y el cambio climático son factores que nunca se irán y por lo tanto Saltillo deberá ser muy inteligente y contundente para cuidar el vital líquido. Sin agua no hay Saltillo, punto. Por ello, desde ya autoridades, Agsal y ciudadanía no deben bajar la guardia. Los esfuerzos actuales de cuidado del agua deben ser ampliados y hasta comunicados con un mayor sentido de urgencia.
MOVILIDAD. Este es otro problema central y ancestral del municipio cuyo componente más importante es el transporte público, el cual es disfuncional. Gobiernos municipales van y vienen y no sucede nada o sucede poco con el transporte público. No pasamos del reemplazo de unidades y capacitación a choferes, lo cual poco importa debido a la alta rotación de personal. Hace poco más de 10 años con el proyecto Saltibús tuvimos la enorme oportunidad de arreglar este problema de una vez y por todas pero, nuevamente, caprichos e ingenuidades del siguiente Alcalde, lo echó todo a perder. Pero al parecer hay luz al final del túnel; Hoy en día ya está en marcha la ejecución de la Nueva Estrategia de Transporte Urbano (NET) que incluye la creación de rutas troncales (la ruta “Circuito Capital” será la primera), la incorporación de unidades renovadas y especiales para estas rutas con GPS y aire acondicionado. No obstante, este apenas es el primer paso de muchos otros más que deben darse.
Si el esfuerzo en el transporte público no se acompaña del impulso a otro tipo de movilidades para las personas, el esfuerzo emprendido con el transporte público arrojará pocos resultados. Ahí están las ciclovías abandonadas por más de 10 años y sin kilómetros extras añadidos. Tuvieron que organizarse algunos ciudadanos saltillenses para darles una manita de gato. Otro caso; el transporte escolar es prácticamente inexistente, pues los padres no confían en él por la inseguridad o inexistencia de una oferta de calidad. El transporte escolar debe regresar a Saltillo, principalmente a las escuelas pudientes y convencer a los padres no será fácil pero ¿si existe en CDMX porque no ha de existir en Saltillo, que es más segura?.
Solucionar el problema de movilidad en Saltillo requiere visión, voluntad, agresividad, creatividad y decisión. De todo ello sigue habiendo poco o no lo necesario y en parte se debe a: a) temor de las autoridades municipales a los concesionarios del transporte público y b) desgana de las autoridades municipales y estatales ante la limitación de recursos monetarios, cuando ello no lo es todo. Ojalá el nuevo Alcalde, con el apoyo del gobernador, le dé seguimiento al esfuerzo actual y, mejor aún, lo haga mucho más grande. Además, atendiendo este reto se atenderá también en buena medida el reto de la contaminación del aire. El IMPLAN-Saltillo tiene estudios y proyectos para mejorar la movilidad. Háganle caso.
MIGRACIÓN. La ciudad sigue creciendo a pasos agigantados debido en buena medida a la migración. Ello se debe a que hay empleos, nuevas inversiones, seguridad y a los problemas existentes en otras regiones del país. Decenas de miles de mexicanos de otros estados (principalmente del sur) llegan a Saltillo (Arteaga y Ramos Arizpe) cada año. En la actualidad hay colonias casi enteras con personas provenientes de Oaxaca, Veracruz y Chiapas. Y dado que el problema de inseguridad seguirá en esos y otros estados, Saltillo (y Coahuila) seguirá recibiendo a miles de mexicanos más los que se sumen de migrantes de otros países.
Toda migración genera beneficios pero también problemas o retos. Ya cité el reto del agua y su poca disponibilidad en la región. También está el de la movilidad, dado que hay más vehículos circulando. Igualmente genera problemas de inseguridad, creándose bandas delictivas. Y un problema más complejo de atender es el social-identitario.
Este último es todo un caso por estudiar. En países donde la migración es fácil de identificar debido a diferencias raciales, el fenómeno pudiera atenderse de mejor manera dado que es algo que se puede ver. He vivido en Japón y en Austria y en esos países la migración proviene del exterior; sureste asiático y el medio oriente, respectivamente. No hay migración interna debido a sus altos índices de desarrollo. En México sí la tenemos y mucho. En esos dos países, pero mayormente en Austria, el tema de la migración está en la agenda política de los partidos políticos y crea tensiones sociales.
En el caso de Saltillo y la región el fenómeno es más complicado de visualizarse porque somos de la misma raza, sin embargo es muy notable en el lenguaje y en las actitudes. El problema es que, cuando hay problemas graves, como la escasez de agua o la inseguridad, la sociedad local tiende a buscar culpables y esos siempre serán los foráneos. En suma, hay que estar atentos al fenómeno migratorio en Saltillo. Quizá no tanto por un potencial conflicto social-identitario, pero sí por el enorme estrés que sufre la ciudad por la carencia del agua y el problema de la movilidad, por citar dos casos.
SEGURIDAD. Coloqué este reto al final a propósito. La razón es porque hoy en día no es un tema prioritario debido a que Saltillo (y Coahuila) goza de seguridad, afortunadamente. Pero esto no ha sido gratis y además la paz y tranquilidad se pueden perder en cualquier momento y ante cualquier descuido. Por ello es muy meritorio el constante esfuerzo que hacen las autoridades municipales y estatales por no descuidar el tema. Ellos saben que es muy fácil perder la paz y muy difícil conseguirla. Ahora bien, la inseguridad no sólo proviene del crimen organizado. También proviene de otras “fuentes” como los accidentes viales, muy comunes y mortales, o de la salud mental de las personas, lo cual también causa tragedias con frecuencia en nuestra ciudad. La violencia familiar es igualmente común leerla en los periódicos locales. En suma, una vez “graduado” Saltillo de la inseguridad por el crimen organizado, y sin descuidarlo ni un segundo, la ciudad debe ejecutar esfuerzos serios en atender las otras fuentes de inseguridad.
En conclusión; Toda ciudad tiene sus retos propios, inclusive también las mejores para vivir en el mundo como Viena o Estocolmo. Lo que las hace mantenerse y prosperar es el talento y capacidad de sus habitantes y autoridades para aprovechar de la mejor manera los recursos disponibles y en armonía con el medio ambiente. Saltillo ha hecho lo propio aunque le falta atender mejor los retos antes citados (más otros) y los que vayan surgiendo en el camino de la historia.
Tenemos todo para hacerlo mejor y espero comprobar que así está sucediendo cuando regrese en un año a mi querida ciudad.
www.localeando.com X: @jvillasanad
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