INAI: si MORENA no lo elimina, debe actualizarse
Artículo
publicado en Más Información, 31 de julio de 2024
LOCALEANDO - Jaime Villasana Dávila
En los últimos 30 años, y diciéndolo en un lenguaje llano, México ha creado múltiples organismos autónomos debido a lo “metiche” de su presidente en todos los temas y ámbitos de la vida nacional, lo cual ha sucedido desde prácticamente su creación como país.
Con estos organismos autónomos se
busca quitar la influencia dominante del presidente a ciertos sectores que son
clave para el desarrollo democrático y económico del país. Hasta cierto punto
se ha logrado y eso ya es una gran ganancia para un país altamente centralista
y presidencialista.
De aquí que se tenemos organismos autónomos en los temas de energía, electoral, derechos humanos, competencia, transparencia y rendición de cuentas y otros más.
En el tema de transparencia y rendición de cuentas, en 2002 se creó el INAI (Instituto Nacional de Acceso a la Información). Tuve la suerte de verlo nacer y dar sus primeros pasos, pues en aquellos años estaba yo muy metido en estos temas, teniendo reuniones en su primera sede temporal y luego la actual con algunos de sus servidores públicos para definir acciones de transparencia para el ámbito municipal.
Poco a poco el INAI fue creciendo en personal, presupuesto y en facultades, acumulando mucho poder y centralizando algunas funciones que le competían realizar a los gobiernos y entidades públicas. Un ejemplo muy claro fue el desarrollo y operación de la plataforma para difundir información pública y que se le llama Plataforma Nacional de Transparencia (PNT).
La PNT busca simplificarle al ciudadano realizar solicitudes de acceso a la información pública y consultar la información que por ley federal y estatal deben publicar gobiernos y entidades públicas. El ciudadano entra a esta plataforma y puede consultar/solicitar información a cualquier gobierno y entidad pública de México. Sin duda fue un gran logro su desarrollo y operación, sin embargo, tiene varios inconvenientes y resalto dos.
El primero es el enorme costo para crear, enriquecer y mantener actualizada la PNT. Como todo software, la PNT requiere de una inmensa cantidad de recursos económicos y humanos para poder operar. Aquí un dato: Imagina nomás la cantidad de almacenamiento en la nube o en servidores necesarios para almacenar casi toda la información pública del país. Tan solo en ello se va un buen dinero, aunque no es mucho respecto al total del presupuesto federal.
El segundo inconveniente, y creo más relevante, es la doble carga de trabajo que representa para los servidores públicos del país el cargar información en la PNT y en sus propias plataformas. Es decir, tienen que hacer casi el mismo trabajo dos veces. Esto representan millones de horas hombre desperdiciados. Los responsables se pasan casi todo el día cargando y subiendo archivos a la PNT, además de corretear a las áreas para que actualicen su información en dicha plataforma.
Adicionalmente, prevalece la centralización operativa bajo la ideología de “papá INAI debe conjuntar y publicar toda la información porque los hijos (gobiernos y entidades) no pueden hacerlo por sí mismos y debo hacerlo yo y guiarlos”.
En suma, a estas alturas la PNT ya dio lo que tenía que dar con dicha centralización de la información. Es un gasto enorme mantenerla, su adopción o uso no es tan masivo (solo unos cuantos interesados), además sobrecarga y dobletea el trabajo a gobiernos y entidades. Siendo así, lo mejor es que cada gobierno y entidad se haga cargo de publicar su información según lo pidan las leyes federal/estatal y el INAI supervise y sancione a quien no lo haga, como originalmente estaba previsto.
El ejemplo de la PNT ilustra también la realidad del INAI; aún y cuando presupuestalmente hablando tampoco representa un monto significativo, su existencia en tan gran tamaño representa la incompetencia y resistencia de los gobiernos y entidades públicas para darle a las/los mexicanos la información pública que estos le pidan.
En países de democracia consolidada los INAI no existen en tal tamaño y en otros ni siquiera existe. Si a un ciudadano no se le entrega la información que solicitó al gobierno municipal X o a la entidad federal Y, este va directo al tribunal respectivo, pone una demanda en contra de esta institución y se abre un caso/juicio y un juez o tribunal dictará resolución y listo.
Ciertamente México está muy lejos de ser una democracia consolidada. Incluso el tema de la transparencia y rendición de cuentas retrocedió en el sexenio de AMLO y todo apunta a que será igual con el de Sheinbaum. De aquí que muchos señalan que el INAI debe mantenerse tal cual.
En mi opinión no debe ser ya así. El INAI debe mantenerse pero reducido y con más “dientes” para supervisar y sancionar ejemplarmente. Naturalmente esto no lo quieren AMLO, MORENA y Sheinbaum. Lo quieren desaparecer y si acaso mantener algunas de sus funciones en la Secretaría de la Función Pública (SFP) que controla el gobierno federal, es decir, ser juez y parte.
El INAI ha sido de mucha utilidad desde su creación en 2002. Le ha marcado el camino a México sobre como almacenar, administrar y entregar la información pública a las/los ciudadanos. Ha sido defensor del interés público en casos muy importantes contra los gobiernos federales del PAN, PRI y MORENA.
AMLO, Sheinbaum y la 4T van a hacer todo lo posible por eliminar al INAI y a los demás órganos autónomos. Su propuesta de pre dictamen de reforma así lo indica. Ahora bien, está por verse si lo logran, pues cabe recordar que todo indica que no tendrán la súper mayoría necesaria en la nueva Legislatura del Senado que inicia el 1 de septiembre para concretar la reforma constitucional respectiva. Se quedarán cortos como entre dos a cuatro senadores, los cuales muy posiblemente podrán doblar o comprar.
Ojalá la muy golpeada y disminuida oposición sepa negociar y no se aferre a mantener el estado actual de los organismos autónomos, es decir, que no se reforme ni una coma a la Constitución y a las leyes respectivas, pues es claro que estos, incluyendo el INAI, deben actualizarse y algunos hacerse más pequeños. Es mejor así que no tenerlos dada la naturaleza de opacidad, cerrazón y metiches del presidente, gobernadores, alcaldes y todo servidor público electo.
Y si al final AMLO, Sheinbaum, MORENA y sus aliados eliminan por completo al INAI (y a los organismos autónomos), no cabe duda de que en el mediano/largo plazo perderán todavía más el rumbo como gobierno transformador, aumentará aún más la corrupción, el país perderá solidez institucional y competitividad y la confianza ciudadana en ellos caerá.
El poder nunca se controla o limita así mismo. Ni siquiera en democracias consolidadas. Se requieren bloques o factores de contención para que una democracia no deje de serlo, como en Venezuela, Rusia, Nicaragua y tantos ejemplos más.
Glosa: a) Con el pronunciamiento de Sheinbaum de que primero va la reforma judicial en la actual legislatura del Congreso y hasta la nueva legislatura se vería lo de la desaparición de los órganos autónomos como el INAI, lo cual suena a confusión porque la nueva también aprobará la judicial, me queda claro que ella está consciente sobre los riesgos de eliminarlos y no desea del todo hacerlo, siendo los radicales de MORENA quienes van por ello. Se pondrá interesante el debate interno de ellos. Veremos quién gana y ojala sea Sheinbaum. b) Y hablando de reformas a poderes u órganos del Estado pero en Estados Unidos (EU), Biden ha propuesto una reforma al Poder Judicial con dos objetivos principales; limitar el mandato de los ministros de la Suprema Corte (ahora están de por vida) y establecer un Código de Ética aplicable a los ministros, quienes en los últimos años algunos han estado en escándalos de ética y conflicto de interés. Es casi imposible que pase esta reforma, dado que el Congreso está dividido y se requiere una súper mayoría demócrata o republicados moderados (que son muy pocos). Biden la lanza ahora para que sea parte de la discusión pública en la actual campaña presidencial.
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