Se buscan intelectuales de la 4T a la altura

 Se buscan intelectuales de la 4T a la altura

Artículo publicado en Más Información, 28 de agosto de 2024

LOCALEANDO - Jaime Villasana Dávila

Los intelectuales afines a la 4T están de fiesta desde el 2018 y de éxtasis desde junio de este año cuando MORENA y sus aliados arrasaron. La razón es muy simple: sus ideas o pensamiento están en el poder y, algunos de ellos, también lo están físicamente con cargos en el gobierno oficialista.

Un slogan o frase muy popular entre ellos es que, quienes no simpatizamos con las ideas de la izquierda iliberal, nunca hemos entendido la razón del porqué AMLO y su movimiento han penetrado tanto en el gusto de una mayoría de mexicanos. Según ellos es porque el movimiento amlista realmente los comprende y atiende sus necesidades. Para mí la razón es otra, pero dejémoslo ahí.

 

Claudia Sheinbaum en reunión con intelectuales afines a la 4T durante la campaña. La mayoría de ellos han traicionado los principios de todo intelectual: ser congruentes esté quien esté en el poder. Durante los gobiernos del PRIAN criticaron sus excesos, hoy callan e incluso algunos defienden los excesos de MORENA en el poder. Imagen: Cuarto Poder. 

Está bien que estén extasiados y hasta cierto punto lo celebro. Es normal en el sentir del ser humano y todo mundo metido en la política de alguna manera debería experimentarlo algún día, pues ello significa que hay pluralidad política y cambio en una sociedad.

Pero una cosa es estar de fiesta y extasiado por que tus ideas están en el poder y otra es traicionar o hacerse el ciego ante principios básicos del pensamiento democrático. Dos de tales principios claves en todo país democrático son; a) criticar al gobierno cuando lo merece la acción o situación y b) justificar una situación crítica culpando a otros. Ahora me explico.

El gobierno de AMLO ha cometido muchísimos errores de política pública durante su sexenio que termina. Ante ello muchos intelectuales de la 4T han callado o han criticado con el pétalo de una rosa dichos fallos. Frases como “lamento que…pero” o “ojalá no hubiera…pero” o “no coincido…pero” son el denominador común de su discurso crítico, si es que lo pudiéramos llamar así.

Les cuesta mucho trabajo criticar a AMLO y a la 4T, tienen miedo, exceso de respeto, temor a criticar ideas propias o no sé cómo llamarlo. Insisto en que, cuando lo llegan a hacer, son tan suaves sus críticas que en realidad no lo son. Casi en la mayoría de las ocasiones emiten una crítica corta para de inmediato cambiar de tema o culpar de la coyuntura a otros factores o a la oposición, como si existiera.

Ejemplos de lo que cito sobran y basta con verlos debatir con otros intelectuales de pensamiento diferente en las pocas mesas de análisis político que permanecen con presencia plural, pues esta es otra cuestión; los espacios se están cerrando para los intelectuales contrarios al régimen tanto en prensa tradicional como en TV. Por cierto, los intelectuales afines a la 4T tampoco reconocen este cambio dramático que se está dando en los medios de comunicación masiva.

Me paso al segundo principio de justificar una situación crítica culpando a otros, en otras palabras, los intelectuales de la 4T siempre encuentran una justificación a algún problema o a alguna situación o tema de coyuntura, como lo son ahora mismo los temas de la sobrerrepresentación en el congreso y la reforma al Poder Judicial.

He visto en los programas de análisis político justificaciones muy penosas de intelectuales que en su momento defendían a capa y espada los valores democráticos y criticaban cualquier abuso de poder. Ellos fueron parte del cambio en el pensamiento crítico de millones de estudiantes de los 80s para acá y que luego fueron servidores públicos, académicos, líderes sociales, etc.

Los casos más lamentables son Lorenzo Meyer en el programa de canal Once Primer Plano y Blanca Heredia en La Hora de Opinar. Lo he comentado en columnas previas, sin embargo es necesario volver a hacerlo para evidenciar la incongruencia de intelectuales a los que muchos hemos respetado y admirado por décadas, pero que lamentablemente han mostrado su verdadero yo.

En sus respectivas apariciones de esta semana Blanca Heredia atribuyó la sobrerrepresentación (el agandalle pues) de MORENA y sus aliados a los errores de la oposición por no haberse fijado en las letras chiquitas de los acuerdos de coalición que firmaron los partidos del régimen oficialista.

Heredia tiene razón en ello; les metieron un golazo al PRIAN en este tema y de paso a México también. Pero Heredia se equivoca al colocar como razón principal ese hecho y no la traición de MORENA y su slogan de “no somos iguales” porque, si realmente fuesen diferentes, no hubieran hecho el agandalle que en su momento hizo el PRI con el Verde en la elección federal intermedia del 2015. Lo cito nuevamente: MORENA dijo que bajo su gobierno todo sería diferente y ese debe ser al menos un punto de consideración en cualquier análisis político ¿o no dijo eso, Heredia? ¿ha sido diferente MORENA en este tema de la sobrerrepresentación? Porque si me dices que eso fue un slogan de campaña, te recuerdo que no ha sido así; lo señalan una y otra vez AMLO, Sheinbaum y demás.

Por su parte Meyer atribuyó la situación de la sobrerrepresentación a “polvos de aquellos lodos” en referencia al mal arreglo político que hizo el viejo régimen priísta con la oposición en los 70sy 80s y luego ya durante la transición democrática. Para Meyer este hecho de la sobrerrepresentación actual se hubiese evitado si la oposición hubiese aceptado el Plan B de reforma electoral de AMLO en la cual se eliminaban los diputados y senadores plurinominales, lo cual por cierto también apoyo.

Siendo así, Meyer le echa también la culpa a la oposición sobre el agandalle morenista y no le critica su actitud gandalla y mucho menos lo hace contra AMLO.  

En suma, para Heredia, Meyer y la mayoría de intelectuales afines de la 4T los problemas del pasado son una herencia de eso, del pasado (PRIAN) y ciertamente lo son, pero según ellos también a la oposición y otros actores se deben los problemas del presente (MORENA lleva ya casi seis años en el poder) e, incluso, insinúan que los problemas del futuro lo serán igualmente por ser un oposición muy débil. Qué análisis tan mediocre, cobarde y egoísta, digno de intelectuales de tercera clase. Su enfoque o mira está siempre hacia la oposición y contra el actual régimen nada o muy poco. De ese tamaño es su obsesión y frustración contra quienes ostentaron el poder en el pasado (por cierto, esos partidos -PAN y PRI- se merecen el lugar en el que ahora están). En el fondo sus posturas ideológicas son muy al estilo de AMLO, un ser que de racionalidad, moralidad y estadista tiene nada.

México está entrando a un momento muy delicado y hoy más que nunca se necesitan a intelectuales de izquierda, derecha y centro muy honestos, decentes y con pudor para que todos juntos puedan servir de bloque de contención a un régimen que tendrá todo el poder. Pero sobre todo para que puedan iluminar el pensamiento de millones de mexicanos que creen en ellos.  Los intelectuales de centro o de derecha la tienen fácil criticando al actual régimen y así la tuvieron por décadas los hoy intelectuales de izquierda cuando PRI y PAN estaban en el poder. Pero a estos últimos les toca ser lo que siempre fueron; críticos ante el gobierno esté quien esté, pero ha quedado claro que ha muchos les ha quedado grande la encomienda.

En estos momentos retadores para México se buscan y se necesitan intelectuales de la 4T comprometidos con el país y con los principios democráticos.

Porque al final, si este régimen termina enviando al país al abismo democrático o quedar muy lejos del cumplimiento de sus promesas, ellos (los intelectuales de la 4T) también tendrán algo de culpa por haber si condescendientes o, dicho vulgarmente, paleros.

Glosa: Dado mi perfil profesional, me muevo en el mundo del municipalismo mexicano donde hay académicos de todos los colores. Para que el municipalismo se haga realidad requiere de un alto grado de federalismo o de un alto grado de atención hacia el municipio de un gobierno centralista. En el régimen centralista de AMLO ello no ha sucedido y tampoco sucederá en el de Sheinbaum (ojalá me equivoque). Han ignorado al municipio totalmente. Lo ven meramente como un ente administrador local y no como orden de gobierno. AMLO jamás recibió a las asociaciones municipales, por citar un ejemplo de su menosprecio. Todo esto me genera conflicto y me hace preguntarme como es que los municipalistas afines a la 4T pueden seguir siendo “municipalistas” sin criticar la actuación del actual régimen en la materia. Vaya nivel de incongruencia. Traicionar principios está de moda en la 4T. “Dale el poder a la persona y entonces la conocerás”.  

www.localeando.com   X: @jvillasanad

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