Coahuila va con todo en elección de jueces y magistrados

 

Coahuila va con todo en elección de jueces y magistrados

Artículo publicado en Más Información, 30 de octubre de 2024

LOCALEANDO - Jaime Villasana Dávila

El pasado 16 de septiembre en este mismo espacio escribí que, aprobada la reforma judicial, ya no quedaba lamentarse, sino adaptarse al nuevo contexto para tratar de mejorarlo tanto como sea posible. Esto mientras se configuran oportunidades para modificarla en 2027 ante un posible triunfo opositor en el Congreso federal o de plano derogarla, lo cual es aún más difícil al requerirse una súper mayoría opositora (3/4 de diputados).

 

Coahuila ha lanzado a la elección de jueces y magistrados al Presidente del Tribunal de Justicia del Estado. De ese tamaño es la importancia que le dará el gobierno del estado a la elección judicial. Lo mismo harán todos los demás gobernadores y, obviamente, la Presidencia de la República. 

Señalé también que, ante este grave contexto, toca enfocarse en lo que viene, siendo dos etapas; 1) la configuración de las leyes secundarias de la reforma judicial y 2) la primera elección a celebrarse en 2025 de la mitad de jueces y magistrados más todos los ministros de la Suprema Corte. La otra mitad se elegirá en 2027, así como también los jueces y magistrados estatales.

En la etapa 1 no hay nada que hacer. Sheinbaum y la 4T aprobarán las leyes secundarias que les pegue la gana, quedando por lo tanto la etapa 2, debiéndose echar en ella toda la carne al asador.

En esta etapa 2 la lista de candidatas(os) será 99.99% definida sólo por la 4T, pero en los pocos estados donde gobierna la oposición (Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, Aguascalientes y Guanajuato) ese porcentaje será menor, pues habrá más candidatos afines a ellos. La razón es simple; los requisitos para registrarse a competir son muy básicos, por no decir de risa.

El ejemplo vivo de que los gobernadores y partidos de oposición competirán con todo lo que tengan lo acaba de dar Coahuila, en donde el Presidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado (TSJE), Miguel Mery Ayup, publicó en sus redes sociales su interés por participar en la elección del 2025.

Miguel Mery no es un personaje menor. Además de ser presidente del Tribunal estatal, también es una figura política en el estado. Su carrera en el Poder Judicial de Coahuila la inició en 2018, pero antes de ello tiene un largo currículo de puestos  entre el gobierno del estado y el gobierno municipal de Torreón, de donde es originario.

Se trata entonces de un personaje del PRI-Coahuila que le sabe a la política. Fue candidato a presidente municipal de Torreón y a diputado federal (Distrito 6), aunque perdió en ambas elecciones. También le sabe al sistema judicial.

Mery Ayup es un personaje cercano al exgobernador Miguel Riquelme (2017-2023), al pertenecer ambos al “Grupo Laguna”. Cuenta también con la confianza del gobernador actual, Manolo Jiménez, quien pertenece al “Grupo Sureste”, de lo contrario no hubiese publicado sus deseos de competir en 2025.  

La elección judicial del año entrante no será como elegir presidentes municipales y diputados locales o federales, quienes compiten por distritos electorales. Destaco dos razones, aunque hay más.

1) En cada distrito judicial habrá un gran número de jueces y magistrados por elegir, más los nueve ministros de la Suprema Corte. Por lo tanto, al elector le darán una cuantiosa cantidad de boletas dado que hay jueces de varios tipos como penal, familiar, mercantil y civil. Esto implica que los partidos y gobiernos estatales/federal deberán aplicarse a fondo para elegir bien a sus candidatos. Y no me vengan con eso de que los partidos políticos tienen prohibido por ley participar en esta elección. Esto es México damas y caballeros. No es Dinamarca.

2) Para la elección judicial hay distritos judiciales y geográficamente no son iguales a los distritos electorales, los cuales no sobrepasan fronteras estatales. Por ejemplo, el distrito judicial de la Laguna incluye a municipios de Durango y Coahuila. Para este tipo de distritos judiciales “transfronterizos” el asunto se pone interesante. En el caso de Coahuila y Durango no hay problema, dado que ambos estados son gobernados por la oposición liderada por el PRI. Siendo así, se pondrán de acuerdo para elegir e impulsar candidatos en común. La bronca la tienen estados como Guanajuato, Querétaro y Jalisco, rodeados por estados morenistas. Competir en este tipo de distritos les será menos favorable.

En 2025 se elegirán a 881 ministros, magistrados y jueces, estimándose que habrá más o menos cinco mil candidatos que querrán competir por una plaza. Los ministros serán sólo nueve y se eligen a nivel nacional, como si fuera para presidente del país.   

Es un hecho que la 4T ganará una inmensa mayoría de esos 881 cargos judiciales en sus estados. Es muy probable que la oposición les arranque uno o dos.

En contraparte, veremos con cuantos se queda la oposición en los estados que gobierna y en ellos la 4T también les arrancará algunos. Para ello, en Coahuila el gobernador y el PRI-Coahuila ya están trabajando. Miguel Mery Ayup será la cabeza de lanza de los candidatos opositores en Coahuila. Pronto tendremos más nombres conocidos, lo mismo en el resto de los estados.

Esta batalla judicial-electoral la oposición la tiene que dar con todo. Es el primer paso para recuperar la mayoría en el Congreso federal en 2027.   

Glosa:

1) Por donde se le vea, la reforma judicial de Sheinbaum y la 4T es un desastre. Les saldrá el tiro por la culata, muy probablemente. Mire usted; la oposición ganará un juez por aquí y otro por allá. Con ellos es más que suficiente para que uno de ellos autorice un amparo para detener cualquier reforma, decreto o cualquier acto jurídico que quiera impulsar la 4T. Por ello les urge aprobar esta misma semana la reforma constitucional bautizada como de “supremacía constitucional”, para asegurarse que ningún juez por ningún motivo podrá impedir o detener lo que diga la Constitución o cualquier ley derivada de la reforma judicial. Ni siquiera se podrá impugnar el procedimiento, algo muy grave para una democracia.

2) Sin embargo, en la ciencia jurídica siempre habrá un resquicio que quizá, digo quizá, pueda ser aprovechado para detener este movimiento de la 4T que nos lleva rumbo a la autocracia. Vaya daño que le están haciendo al país, incluyendo a ellos mismos. Como dice Macario Schettino; sin Poder Judicial más o menos independiente, no habrá un árbitro que resuelva el conflicto entre la Presidencia, en poder de Sheinbaum, y el Poder Legislativo, en poder de AMLO vía Monreal y Adán Augusto López. Las señales de un enfrentamiento entre ambos comienzan a ser más evidentes.

3) Llevará años, si no es que décadas, enderezar el camino. Como siempre, quienes más sufrirán, serán los pobres. Esos que dice la 4T defender…nomás en palabras, por supuesto.  

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