Sí a la fusión de SIMAS Arteaga con Aguas de Saltillo; razones
Artículo publicado en Más Información, 11 de noviembre de 2024
LOCALEANDO - Jaime Villasana Dávila
Días atrás se publicó en el Diario Oficial del Estado de Coahuila un acuerdo del Cabildo de Arteaga para estudiar la posibilidad de crear una nueva paramunicipal en colaboración con el municipio de Saltillo y Aguas de Saltillo (Agsal). Lo anterior con el fin de mejorar el estado actual del Sistema Municipal de Aguas y Saneamiento (SIMAS) de Arteaga, una paramunicipal operada 100% por el gobierno municipal y con numerosos problemas financieros, operativos y administrativos, tal como le sucede al 99% de estos organismos municipales en el país.
Las razones del mal estado de SIMAS Arteaga son incontables y mucho tiene que ver el bajo nivel de cobro a sus clientes, destacando palapas, ranchos, quintas, resorts y negocios similares. Esto por el contubernio, conflicto de interés, desidia y/o hasta corrupción entre servidores municipales y los dueños de tales propiedades. El cliente de casa-habitación también tiene su parte de culpa al no pagar sus consumos de agua.
Antes de hablar de SIMAS Arteaga y justificar el porque sí este organismo operador debe unirse a Agsal o convertirse en un Aguas de Arteaga (Agart), vale recordar que Agsal es una empresa mixta en la cual el 51% de las acciones las tiene el municipio de Saltillo y el 49% las tiene Aguas de Barcelona (Agbar), propiedad de la multinacional Veolia, y responsable de operar a la empresa mixta. Agsal lleva ya 23 años operando y los resultados han sido muy positivos. Más adelante datos al respecto.
Habiendo dicho lo anterior, en seguida las razones de porque SIMAS Arteaga debe transformarse para convertirse en una empresa mixta, ya sea independiente o fusionada con Agsal.
MEJORARÁ LA SITUACIÓN FINANCIERA Y HASTA UTILIDADES PUEDE GENERAR. A junio pasado SIMAS Arteaga tenía una cartera vencida de 11 millones de pesos debido a cliente morosos, en los cuales hay de todo tipo; industrias, comercios, fraccionamientos y colonias. Esto le ha abierto un boquete enorme a la situación financiera del organismo operador, quien tiene que invertir fuertemente en la expansión de la red de agua y drenaje debido al acelerado crecimiento urbano de la cabecera municipal. Adicionalmente, y dada la situación financiera, el servicio ha empeorado y mejorarlo requiere fuertes inversiones que ni el organismo y ni el gobierno municipal puede hacerlas. En contraparte, el gobierno municipal de Saltillo (es decir los saltillenses) recibió de Agsal 60 millones de utilidades del año fiscal 2023. Otro tanto igual se lo quedó Agbar (Veolia), pues esto es un negocio con beneficio para ambas partes. Arteaga pudiera tener un beneficio así. Saltillo es hoy como un “Medellín chiquito”, ciudad colombiana dueña de Empresas Públicas de Medellín (EPM) y que poco a poco fue creciendo, siendo hoy un conglomerado enorme de varias empresas que entrega millones de dólares en utilidades a la ciudad y por lo tanto en beneficio a sus habitantes.
HABRÁ MÁS TRANSPARENCIA. Buscar información financiera y contable de SIMAS Arteaga es un martirio, lo cual claramente viola el principio de máxima transparencia. En el sitio web del gobierno municipal de Arteaga no hay un apartado especial sobre el organismo (no lo pude encontrar), mientras que en el sitio web de Agsal, el acceso es muy sencillo. Claro, no se tiene que semiprivatizar un organismo para hacerlo transparente; deben aplicar la ley y listo, más no es así. Ahora bien, cuando hay una sociedad con una empresa que cotiza en bolsa (Veolia), la información financiera tiene que estar disponible en todo momento, de lo contrario le lloverán problemas legales más los políticos y sociales. Agsal es transparente en defensa propia, de lo contrario se le acaba el negocio a Agbar (Veolia) y, por su parte, los saltillenses dejarán de recibir 60 millones de pesos aprox. al año en utilidades, más la decadencia segura en la calidad del servicio de agua.
LAS TARIFAS SERÁN MÁS ALTAS, PERO TENDRÁS AGUA Y SERÁ MEJOR CUIDADA. Cuando comenzó a operar Agsal en 2001-2002 y se dieron a conocer las nuevas tarifas de agua y los cobros por diversos servicios, medio Saltillo protestó. Era normal que así fuese, pues nadie quiere pagar más luego de estar acostumbrados a pagar tarifas bajas. No obstante, la calidad del servicio iba en declive rápido y, lo peor de todo, sin capacidad para modernizar la infraestructura y buscar más agua para una ciudad que crecía/crece a pasos agigantados. En otras palabras, Saltillo se encontraba hace 23-24 años tal como se encuentra hoy Arteaga. Al poco tiempo, la gente de Saltillo dejó de protestar porque vieron rápidas mejoras del servicio aún y pagando tarifas más altas. Encontrar, entubar y distribuir el agua es muy caro y sin tarifas apropiadas, no hay futuro. Por cierto, recomiendo le eches un ojo al estudio del IMCO llamado ¿Cuál es el costo real del agua en México?. En suma; sí, habrá tarifas más altas de agua, pero todo lo que cuesta tiende a cuidarse más y, en el caso del agua, ello conlleva a ahorrar agua, muy escasa en la región. Hoy en Arteaga el agua cuesta poco a los consumidores y ahí están las consecuencias.
REZAGO DE PAGO DISMINUIRÁ AL COBRAR UN TERCERO. A ningún gobierno le gusta cobrar impuestos o tarifas por servicios públicos y mucho menos le gusta incrementar sus costos. Esto porque le cuesta votos en la siguiente elección. Debido a ese temor es que servicios como el agua se cobra bajo o incluso no se cobra a todos. Esto genera un círculo vicioso muy dañino para la sociedad, el gobierno y el servicio. En cambio, si un tercero cobra ese servicio, el gobierno se lavará las manos diciendo a los usuarios algo como “no puedo, pues yo no lo controlo o administro, vaya mejor al organismo para ver que puede hacer”. En otras palabras, el gobierno no se verá obligado a condonar deudas o decretar costosos descuentos, lo cual ocasiona un grave daño financiero al organismo. Por otro lado, uno de los actores más reacios a que SIMAS Arteaga cambie su modelo de operación son los empresarios y aquí entran desde dueños de fábricas y hasta de ranchos, pasando por quintas y resorts. La razón es simple: hoy no pagan o no pagan lo justo por el agua. Si les cobra un tercero tendrán que pagar lo justo sí o sí. Ya no podrán hablarle a su compadre o amigo en el gobierno municipal o estatal para que les haga un descuento sin justificación alguna.
NO ES NECESARIO SEMIPRIVATIZAR, QUE SIMAS ARTEAGA HAGA SU TRABAJO, PERO… No es necesario semiprivatizar un servicio público en mal estado para mejorarlo. Con que el gobierno se “ponga las pilas” es suficiente. Sin embargo, esto puede darse cuando hay “ciertos ingredientes” y en Arteaga no los hay, comenzando por una falta de participación ciudadana activa que sea capaz de vigilar constantemente la operación de SIMAS. Además, estamos en México y bien sabemos que el contubernio entre el gobierno y ciertos actores (incluyendo la ciudadanía) es inevitable, más en un servicio como el agua, el cual es una caja chica muy tentadora para cualquier gobierno y actor político. Arteaga está creciendo mucho y crecerá aún más. Esto en medio de fuertes intereses de actores económicos y políticos muy poderosos. Para mediar y balancear se requiere de un tercero externo en el tema del agua.
SALTILLO, ARTEAGA Y RAMOS ARIZPE; FUSIÓN INEVITABLE DE CIERTOS SERVICIOS. No soy experto en cuencas hidráulicas en el sureste de Coahuila. Lo poco que sé se debe a reportes y notas periodísticas, los cuales indican que Saltillo tiene y explota pozos de agua en Arteaga. Por lo tanto, y guste o no, existe una interconexión hídrica entre Saltillo y Arteaga. Asimismo, ambos municipios están interconectados por otros factores como laborales, vivienda y logísticos. A la ecuación hay que sumar a Ramos Arizpe. Hoy los tres municipios se necesitan unos a otros y se necesitarán todavía más cuando la metrópoli urbana se consolide. Por ello, tarde o temprano, tendrán que fusionar ciertos servicios, siendo uno de ellos el agua, tal como sucede en la zona metropolitana de Monterrey con Agua y Drenaje de Monterrey o con el SIMAS Monclova-Frontera. Dado lo anterior, es mejor iniciar antes que después dicha fusión de los sistemas de agua.
ARTEAGA; NO COMETAS EL MISMO ERROR QUE RAMOS ARIZPE. De enero de 2013 a marzo de 2014 operó la empresa mixta Aguas de Ramos Arizpe (Agra), controlado en un 51% por el gobierno municipal de Ramos Arizpe, 48% Aguas de Saltillo (Agsal) y 1% CEAS-Coahuila. La razón de dicha creación fue mejorar la operación del organismo municipal operador entonces llamado SAPARA, con graves problemas financieros y operativos. Dicha fusión se dio a pesar de que en algunos años anteriores operaba con algo de superávit financiero debido al pago del servicio por las grandes empresas establecidas en dicho municipio. En su campaña política a Alcalde, Ricardo Aguirre, prometió re municipalizar a Agra, lo cual hizo al ganar la elección en 2014. Tremendo error. El sistema volvió a sus malas prácticas (clientelismo, rezagos, descuentos excesivos por cuestiones políticas) y para finales de ese gobierno municipal su operación y administración dejó mucho que desear. Con los años la situación no mejoró y hubo un tiempo donde hizo crisis, generando mucha molestia entre las empresas establecidas y cuestionando la viabilidad de Ramos Arizpe como municipio industrial. Hoy el sistema llamado COMPARA no presenta los mejores números y el rezago de pago es muy alto. Sus grandes clientes la siguen sacando más o menos a flote, pero eso es esconder la basura debajo del tapete; la gente no paga. Una operación así es insostenible en el largo plazo. Ramos Arizpe tuvo una oportunidad de mejorar el futuro de su sistema y decidió desaprovecharla hasta nuevo aviso. ¡No lo hagas tú también Arteaga!. Ahora bien, ciertamente el proceso de conversión de SAPARA a Agra fue opaco y es un error que no debe cometer hoy en día Arteaga. La transparencia en un proceso público tan importante, como convertir una empresa municipal de agua en una empresa mixta, debe ser TOTAL. Las autoridades municipales de Arteaga deben abrir el proceso de consulta y brindar toda la información necesaria a la población, así como los escenarios posibles bajo cualquiera de las opciones que arroje el estudio.
EN TODO MOMENTO LA NUEVA EMPRESA ESTARÁ BAJO SUPERVISIÓN DEL GOBIERNO MUNICIPAL. En un empresa mixta (gobierno-privado) el ente privado no se manda solo. Si se aprueba la transformación de SIMAS Arteaga a, por ejemplo, Agart, el 51% de las acciones siguen estando en manos del gobierno municipal de Arteaga. Lo mismo será si se fusiona con Agsal; ambos gobiernos municipales (Saltillo y Arteaga) tendrán mayoría accionaria, dictando por lo tanto las políticas y decisiones que la nueva empresa mixta debe aplicar. En todo momento se le deben rendir cuentas al Cabildo(s) y consultarte, por ejemplo, el aumento de tarifas. Añado que, en caso de que SIMAS Arteaga se fusione con Agsal, el primero se fusionará con una empresa que lleva 23 años operando. En otras palabras; la fusión no es con un cualquiera o con un ente nuevo en el cual habría una larga curva de aprendizaje y entendimiento entre ambas partes.
CONCLUSIÓN. El agua es un insumo tan importante como para dejarla solamente en manos de políticos. Es necesario que entre un tercer actor; un administrador profesional. Por supuesto tendrá intereses comerciales, pero no estará dispuesto a tirar su dinero a la basura. Es un negocio donde todos salen ganando (gobierno, privado y ciudadanía) y, lo más importante, el escaso recurso (agua) se administra-cuida mejor.
Cierro con las siguientes preguntas para los arteaguenses: 1) ¿Cuál servicio es mejor; el que ahora tienen o el que tiene Saltillo?; 2) ¿Cuál organismo, y por lo tanto cuál municipio, tiene un futuro más sostenible ahora mismo respecto a su agua; Saltillo o Arteaga?
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