Trump electo: Efectos por todos lados

 

Trump electo: Efectos por todos lados

Artículo publicado en Más Información, 6 de noviembre de 2024

LOCALEANDO - Jaime Villasana Dávila

Vaya triunfo de Donald Trump. Una paliza que nadie esperaba, pero así es en las democracias y además esto ya es historia. Toca ver el presente y el futuro porque el mundo sigue girando, no se detiene. Y para poner en perspectiva el triunfo de Trump y su significado, aquí unas breves reflexiones sobre el impacto que tiene/tendrá su presidencia desde México y hasta Japón, pasando por la democracia misma.  

 

El mundo no se acaba con la elección de Trump. Eso sí, sus efectos se sentirán casi en cualquier rincón del mundo y unos países/regiones pierden o ganan más que otros. La democracia debe reinventarse sin perder su esencia para entregar mejores resultados a la gente. 

EL MUNDO NO SE ACABA CON TRUMP ELECTO. El fin del mundo no llegará con la elección de Trump. Ciertamente se vienen muchos cambios en la geopolítica mundial y en la democracia como modelo de gobierno, pero el mundo seguirá su dinámica (una diferente) y EE.UU. continuará siendo el país más poderoso del mundo por muchos años más. Si no me crees, mira nada más como China se encuentra en una grave crisis económica. De ahí en fuera, nadie más le puede disputar su liderazgo. Incluso bajo Trump podría incrementarse, pues claramente este es uno de sus objetivos.

EE.UU. TAMPOCO SE ACABA CON TRUMP ELECTO. La democracia de EE.UU. no terminará con Trump, a pesar de que ha prometido rehacer prácticamente a todo el sistema de gobierno. Sus instituciones son mucho más fuertes a las mexicanas y a la de muchos países democráticos, incluido europeos. Eso sí, sus instituciones tendrán una prueba bastante difícil por cuatro años y es posible que algunas pierdan la batalla. Además sus estados son fuertes y con alto grado de independencia. Al final del mandato de Trump, en cuatro años, EE.UU. seguirá ahí. No me queda duda.

PARTIDO DEMÓCRATA. Recibió una paliza en esta elección y la culpa la tiene todo el partido demócrata, iniciando con Biden por no salirse antes de la contienda. Luego tenemos las políticas de Biden como el haber tolerado una inmigración descontrolada. La forma como ganó Harris la nominación es otra (sin voto directo de las bases). Le espera un largo proceso de recomposición y en ese ejercicio deberán replantear sus posturas en temas como la inmigración ilegal y la economía, por citar dos temas. También deberán rehacer su relación con latinos y afroamericanos, pues ya no es como antes. Deberán replantearse ante el electorado y tienen que hacerlo rápido. Las elecciones intermedias del 2026 y del 2028 ya comenzaron.

REGÍMENES POPULISTAS EN MÉXICO Y USA. Vaya cosas del destino: México y USA son/serán gobernados por un movimiento populista que controla la presidencia, el poder judicial y el poder legislativo (ambas cámaras). Carro completo. Si al final de sus mandatos Sheinbaum y Trump no logran los resultados esperados, la culpa será de ellos y nadie más. La democracia vive una prueba de fuego en ambos países, pero también la tienen Sheinbaum y Trump como gobernantes.  

MÉXICO Y USA. Aunque hablan el mismo idioma los dos regímenes populistas, quien lleva la de perder es México por ser el más débil. Al final tendrán que entenderse. No les queda de otra. Sheinbaum tendrá que ser muy hábil e inteligente para estar al tú por tú con Trump, un acosador que solo entiende con la fuerza. Migración, drogas y China son prioridad para EE.UU. en su relación con México y este deberá hacer lo propio en esos temas. Por ejemplo, México deberá sellar su frontera sur y esto le conviene también. Es imposible para un país progresar con una inmigración descontrolada. Es mero sentido común.

MÉXICO Y CHINA. México tendrá que dejar de coquetearle a China y fijar una postura firme en favor de Norteamérica. Por ejemplo, el fentanilo y los autos son dos temas cruciales para EE.UU. y México deberá bloquear tanto como pueda ambas importaciones chinas, así como de otros muchos productos que provienen de ese país asiático para luego ser exportados a EE.UU.. AMLO solía jugar con la carta “China” para sacar concesiones a EE.UU., pero todo indica que bajo Trump los gringos ya no tolerarán ese juego. Es hora de las definiciones en un mundo bipolar.  

ESTADOS DEL NORTE DE MÉXICO Y COAHUILA. Los estados de México deberán pensarla dos veces antes de aceptar nuevas inversiones chinas, sobre todo los del norte como Coahuila, por obvias razones geográficas. Además, no estoy seguro de que el norte necesita de las inversiones chinas para seguir creciendo y progresar. Hay que pensar estratégicamente, no para salir en unas cuantas fotos inaugurando plantas chinas y creando empleos que a lo mejor nadie pedía.     

EUROPA. Quien más pierde con el triunfo de Trump es Europa. Acostumbrada a su buena vida y protegida por EE.UU., de ahora en adelante tendrá que procurarse su seguridad sacrificando sus programas sociales y su buena vida a costa de otros. De hecho siempre debió hacerlo así, considerando que tiene a Rusia de vecino. Polonia y los países bálticos han hecho su tarea armándose hasta los dientes, pero Francia y Alemania, no. Europa; es hora de que hagas tu chamba en la geopolítica mundial.

RUSIA. Parece que Putin y Rusia son de los grandes ganadores con la elección de Trump. Yo tengo mis dudas. De entrada porque no creo que Trump deje que Rusia se apodere por completo de Ucrania y eso ya es una derrota para Putin. Dentro del partido republicano hay políticos poderosos que odian a Putin y defienden a Ucrania, como el senador Lindsey Graham de Carolina del Sur.

UCRANIA. Es junto con Europa el principal perdedor con la elección de Trump. Ahora tendrá que llegar a un arreglo con Rusia y ceder territorio garantizando su sobrevivencia. Así sucedió con Finlandia y su guerra contra Rusia en los tiempos de la segunda guerra mundial; cedió territorio. Ahora Finlandia es parte de la OTAN. No es garantía, pero es mucho mejor a no estar en ella. Ucrania tendrá que hacer milagros con el apoyo de los europeos para mantenerse como país independiente y esperar a que Trump logre una paz lo más conveniente posible para Ucrania y Rusia.  

CHINA. Otro gran perdedor con la elección de Trump. Si hay un tema que une a republicanos y demócratas es China. Todas las baterías de EE.UU. estarán ahora enfocadas a China, quien deberá pensarla dos veces si quiere invadir Taiwán. Además, hoy en día atraviesa por una turbulencia económica interna que la mantiene con una mano atada. Aun con todo lo anterior, será muy difícil para el líder chino Xin Jinping echarse para atrás en su discurso de la supremacía china en el mundo. Hacerlo sería mostrar debilidad, pero pasarse de la raya sería muy grave para ellos.

JAPÓN. Este triunfo de Trump lo agarra mejor parado respecto la primera vez. Ahora Japón gasta mucho más en defensa y tiene una postura más agresiva contra China, tal como le gusta a EE.UU. Aún así, tendrá presiones de Trump en materia comercial. No le ayuda a Japón que ahora mismo no tenga a Shinzo Abe como primer ministro y quien fue asesinado en 2022. Abe era cercano a Trump. De hecho Japón está en la incertidumbre política tratando de formar gobierno, luego de las elecciones recientes y donde ningún partido puede nombrar primer ministro por sí solo.  

DEMOCRACIA. Deberá reinventarse como modelo de gobierno y eso pasa por reenfocar sus miras hacia las preocupaciones de la gente sin tanta verborrea y discursos confusos. Pragmatismo y sentido común son dos ingredientes que le faltan aplicar. Inmigración ilegal, identidad, economía, inflación, salarios y salud son temas de la agenda pública y la democracia debe atenderlas sin demora. Si no lo hace, se estará autodestruyendo. Por lo pronto, estamos viviendo la época de oro de los regímenes populistas y autoritarios, muy similar a los 20s y 30s del siglo pasado, pero ahora con bombas nucleares. Vaya años complicados que le espera a la democracia.   

CONCLUSIÓN. Bienvenidos al mundo de las democracias populistas, tanto de derecha como de izquierda. Mientras no se conviertan en autocracias (y la línea es muy delgada), entonces vamos de gane. Los buenos modos en la política han quedado atrás. A la gente le interesa que le hablen sin rodeos y en su lenguaje, pero principalmente le importa que le resuelvan sus problemas cotidianos, aunque sea con una democracia descafeinada. Finalmente, aunque no hayas votado por no ser de gringolandia, si tu gallo era Trump enhorabuena por ello. Si tu gallo era Harris (me apunto) ni hablar, ya no se vale llorar, sino ver para adelante. La historia no termina aquí. Éxito a los gringos con Trump. Si les va bien, le va bien a México y al mundo, aunque no le guste a muchos.

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