Canadá,
Groenlandia, Golfo de América, Canal de Panamá y otras ideas de Trump
Artículo publicado en
Más Información, 8 de enero de 2025
LOCALEANDO - Jaime Villasana Dávila
Vaya rueda de prensa que dio Trump ayer, abordando principalmente temas internacionales. En realidad, dijo pocas cosas nuevas y, de lo que ya había dicho antes, lo reiteró con más contundencia y es aquí donde comienza a ponerse seria la cosa, adelantando que sus declaraciones han sido una patada al avispero del nacionalismo en todo el mundo, incluyendo en México. Más adelante abordo el tema.
A continuación, comentarios sobre algunos de los temas de Trump.
CANADÁ
Trump insistió ayer que Canadá debiese
convertirse en el estado 51 de los EE. UU. por varias razones económicas,
militares y de seguridad. Dijo que usaría la “fuerza económica” si fuese
necesario para hacer que ello suceda, es decir algo así como sanciones y
presión comercial. Naturalmente los líderes políticos canadienses salieron a
condenar y a rechazar (una vez más) esa posibilidad. Lo cierto es que dicha
propuesta sin duda alguna “moverá el tapete” a millones de canadienses que
quisieran ver a su país ser parte de EE. UU. Recordemos que el asunto de ser un
país o región o municipio independiente o ser parte de otro recae al final en
los electores vía referéndums. Una encuesta aplicada a canadienses en diciembre pasado indica que a solamente el
13% le gustaría ser parte de su vecino al sur y un 82% rechaza la idea. Sin
embargo, estos son números de ahora. Mañana quien sabe, si es que los
canadienses por el “Sí” se organizan y Trump pone sobre la mesa un plan serio
para que ello suceda, si es que en realidad quiere que así sea.
Ayer por la tarde/noche, luego de la rueda de prensa de Trump, todos los medios habidos y por haber en Canadá debatían el tema. Yo vi varios con debates serios y muy interesantes. Y así seguirá hasta que Trump deje el tema, lo cual pueden pasar semanas, meses o años. El nacionalismo canadiense está a prueba en esta batalla, pero, de entrada, arranca muy arraigada entre los canadienses. Lo malo es que no tienen líder político nacional en estos momentos, dado que Trudeau ha renunciado al cargo de primer ministro, habiendo un vacío de poder y ello es muy peligroso en un ambiente muy retador.
GROENLANDIA
Groenlandia fue otro tema abordado nuevamente por Trump, pero aquí elevó la apuesta al señalar que usaría la fuerza militar de ser necesario para hacerse de la isla más grande del mundo, rica en recursos naturales, minerales raros y una ubicación geográfica de perfil estratégico y militar crucial para EE. UU. En opinión, los destinatarios de este mensaje son China y Rusia, quienes han hecho múltiples esfuerzos por influir y controlar a Groenlandia, un territorio semi independiente que es parte de Dinamarca. Por donde se le vea, Groenlandia-Dinamarca están en una situación muy indefensa ante las grandes potencias, quienes mueven sus fichas para tomar ventaja a sus rivales. Creo que más pronto que temprano, los groenlandeses (con población apenas de 57 mil habitantes) deberán responder la pregunta ¿queremos ser absorbidos/depender de EE. UU. o China y/o Rusia? Aunque en un momento crítico, en realidad no tendrán ni siquiera ese derecho: serán invadidos por alguna de las grandes potencias.
Por lo pronto, Trump mandó ayer a su hijo mayor a Groenlandia en un viaje privado para darle más publicidad y credibilidad a su propuesta de adquirir a esa isla por las buenas o…por las malas. En el mundo de hoy las reglas internacionales cada vez valen menos y la fuerza militar y económica valen más. La ley de la jungla. Dinamarca ha dicho que lo que decidan los groenlandeses se respetará, considerando que están tanteando en organizar un referéndum para independizarse. Igual que con que el caso canadiense, el nacionalismo groenlandés estará a prueba.
GOLFO DE AMÉRICA
Un tema nuevo citado en la rueda de prensa de Trump fue el que propondrá cambiarle de nombre al Golfo de México por Golfo de América. Como era de esperarse, las redes sociales y algunos políticos mexicanos declararon que eso no será posible y condenaron la ocurrencia. En el mundo hay un organismo que trata de poner orden en los nombres de océanos, ríos, golfos y similares, de manera que no sea un desastre ello, por todo lo que implica. Cambiar un nombre como el propuesto por Trump implica que las partes involucradas se pongan de acuerdo y, de parte de México, eso jamás sucederá. Si Trump “se va por la libre” y decide renombrar al golfo, entonces dicho nuevo nombre solamente aplicará en EE. UU. y sucederá lo que ahora sucede con el río que separa a los dos países: los mexicanos le llaman Río Bravo y los estadounidenses Río Grande. Nada pasa y amigos como siempre. La verdad aquí no hay mucho que discutir y es mejor no darle importancia, aun en caso de que suceda.
CANAL DE PANAMÁ
Este tema fue también re abordado por Trump, aunque ahora añadió que no descarta el uso de la fuerza militar para tomar el Canal de Panamá, una vía estratégica de alta importancia económica y militar para EE. UU. Trump y EE. UU. están preocupados, y con legítima razón, por que China opera los dos puertos del canal por ambos océanos. Estas concesiones fueron otorgadas por el gobierno panameño en una movida desafiante para los estadounidenses. En caso de conflicto, no cabe duda de que China bloquearía el canal. De hecho, algunas fuentes citan que hay personal militar chino vestido de civil en el canal, lo cual no causaría sorpresa. Si EE. UU. se mete con Taiwán, entonces China se puede meter con el canal de Panamá. En esta lucha geoestratégica entre las dos potencias, los países tratan de sacarle el mejor provecho a ambos (apoyos, ayuda militar, préstamos) y eso puede ser bueno y malo, pero hay que tener mucho cuidado en no extralimitarse y quizá aquí los panameños se extralimitaron. Por ganarse unos cuantos dólares extras de procedencia china, pueden perder el canal. Se dispararon al pie ellos mismos.
NACIONALISMOS Y REGIONALISMOS
Con sus iniciativas de anexarse Groenlandia y Canadá, más amenazas a otros países como Panamá, Trump le ha dado una patada al avispero de los nacionalismos y regionalismos en el mundo. Sus declaraciones no sólo impactan a los países en cuestión, sino a todos los demás y, dentro de estos a sus regiones. Por ejemplo, en Canadá el debate sobre convertirse o no en el estado 51 de EE. UU. tiene diferentes impactos en sus provincias. No es lo mismo Alberta (la más pro estadounidense) que Quebec. Lo mismo sucede en México, dado que las declaraciones de Trump alientan a los regionalistas e “independentistas” del norte de México para mantener su movimiento, aun y cuando por ahora sea mayormente virtual y dando señales de hacerse real con las acciones realizadas por Gilberto Lozano para convertir a Nuevo León en un país independiente. Por lo pronto, los nacionalismos y regionalismos se mantendrán muy activos alrededor del mundo.
LAS FORMAS DE TRUMP NO SON LAS CORRECTAS, PERO ESTÁ EN SU DERECHO Y SIEMPRE HA SIDO ASÍ
Desde el término de la Segunda Guerra Mundial y hasta el 2016, año en que fue electo Trump por primera vez, la diplomacia internacional se había abordado mediante el uso de un lenguaje y discurso formal y acotado. Los países y sus líderes no expresaban públicamente sus deseos de una manera franca y directa, sino a través de mensajes ocultos o cifrados, cuidando la formalidad diplomática. No obstante, en el fondo estaba un deseo radical como tumbar a un gobierno por ser capitalista o comunista o antidemocrático o apropiarse de cierta zona estratégica. A partir del 2016 algunos políticos, como Trump, dicen las cosas tal como las piensan y sin considerar los efectos de sus dichos. El lenguaje ocupado por Trump y otros populistas es el utilizado por la inmensa mayoría de la población, razón por la cual se sienten identificados con ellos y les votan. Pero no sólo ello, sino que también piensan como él, estén en Canadá, México, Groenlandia, Panamá o donde sea, países donde hay habitantes que quisieran ver a su país estar más alineado a EE. UU. o incluso ser parte de él por lo que ello significaría (trabajo, pasaporte, educación, dinero, etc.).
Yo no menospreciaría por ningún motivo a Trump y menos a Trump 2.0., quien sigue declarando en formas que no son las correctas, pero que está en su derecho de hacerlo, incluso siendo el presidente del país más poderoso del mundo. Lo malo es que eso genera consecuencias y los países deben hacer lo propio para que sean las menores según sus intereses, pero sin estirar mucho la liga ¿hará Trump todo lo que dice? Sólo él lo sabe. Sus cartas están sobre la mesa. El juego de póker continuará por cuatro años a partir del 20 de enero.
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