Saltillo y su lluvia del 6-J; mi experiencia y reflexiones

Saltillo y su lluvia del 6-J; mi experiencia y reflexiones

Publicada el 7 de julio de 2025 en Más Información

LOCALEANDO - Jaime Villasana Dávila

Llevo casi 25 años viviendo fuera de Saltillo, pero he tenido la buena o mala suerte de haber experimentado dos fenómenos de lluvia que han marcado a la ciudad: el huracán Alex de julio del 2010 y la lluvia de ayer 6 de julio (6-J).         

 

Las lluvias son cada vez más intensas y son la peor pesadilla para una ciudad como Saltillo con alto desnivel entre su zona sur y norte. Acciones contundentes deben ejecutarse y decisiones difíciles deben ser tomadas. Imagen: Periódico La Voz. 

Sobre esta última, relato mi experiencia y hago algunas reflexiones:

1 MI EXPERIENCIA EN LA LLUVIA DEL 6-J; LA IDA: El día de ayer fuimos a la Terminal de Autobuses ubicada en el sur a dejar a una persona alrededor de las 5:30pm. Salimos de la zona norte por Los Valdez y la lluvia estaba en su apogeo. Circulamos casi todo el Blvd Eulalio Gutiérrez y hasta Valdez Sánchez. En algunas de sus secciones, principalmente entre Los Valdez y Blvd. Colosio, el agua bajaba casi en todo el ancho del bulevar Gutiérrez aunque a nivel de poco menos de la mitad de la llanta vehicular. Había que conducir muy atento por aquello de las alcantarillas abiertas. El resto de la ruta por Valdez Sánchez y el periférico estuvo sin problemas, aunque la lluvia no dejaba de parar y la sierra de Zapalinamé seguía cubierta de lluvia. Algunos truenos y rayos complementaban el escenario. La cosa no pintaba bien.

2. EL REGRESO DE LA TERMINAL DE BUS DEL SUR: Emprendimos el regreso de la terminal de autobuses del sur a las 7:10pm. En ese momento nos llama una persona de Arteaga para decirnos que estaban atorados allá debido a la bajada de agua por la intensa lluvia. Los reportes de inundaciones en la zona norte de la ciudad, nuestro destino, ya estaban en su apogeo en las redes sociales. Decidí regresar por todo el periférico y salirme en el distribuidor vial El Sarape para tomar la 57 y luego salirme rumbo al Blvd. Colosio para regresar a Los Valdez. Sin embargo, a la altura de la entrada a la colonia Morelos (calle Juan Navarro), la fila de tráfico vehicular ya estaba formada. Era norme, no se veía su fin. Pensé que fue un accidente y sólo quedaba esperar. Conforme llegamos a las intersecciones para entrar a las colonias Mirasierra, Puerta del Sol y Puerta de Oriente, comenzamos a darnos cuentas del desastre; montones de cascajo sobre la carpeta asfáltica. Algunos carros y hasta un tractocamión estaban atorados. El agua inundaba el carril derecho y su acotamiento. Era peligroso conducir en esas condiciones. Alcancé a llegar al Flores Tapia y su carril derecho estaba inundado de agua que bajaba. Decidí irme detrás de un autobús para más seguridad. Tomé Los Pastores y por todo su ancho bajaba el agua. Nunca había escuchado a alguien que hubiese platicado sobre tal experiencia. Tardamos una hora 20 minutos en el regreso. Nada mal dadas las condiciones y comparado con otros casos de conocidos y de cientos de saltillenses. Ya sólo chispeaba, pero quedaba muy claro que había llovido como muy pocas veces en Saltillo. El desastre a la infraestructura de la ciudad iba a ser grave. El día siguiente iba a ser retador para los afectados y para el gobierno municipal.     

3. EL DESASTRE DEL DÍA DESPUÉS Y LA REACCIÓN. Para la mañana de hoy lunes el panorama era claro, según los reportes de prensa: graves daños en ciertas zonas. La mejor noticia es que nadie falleció, pero a la ciudad le tomará tiempo recuperarse. El daño causado en algunas colonias y vialidades, aunque no de proporciones históricas, requerirá de fuertes inversiones por parte de los tres órdenes de gobierno; municipal, estatal y federal (arroyos son de CONAGUA). Las vialidades con escombros deberán ser limpiadas a la brevedad (hoy mismo incluso) para no afectar al de por sí ya muy sufrido conductor vehicular quien, eso sí, deberá experimentar una cantidad ingente de baches, al menos por algunas semanas. La recuperación será lenta.  

4. CONCLUSIONES: Es raro que una ciudad no salga lastimada de un fenómeno natural como el de ayer. Cualquiera hubiera sufrido al menos cierto daño. En la nuestra fue algo más debido a su desnivel y al pésimo trabajo histórico que hemos hecho con los numerosos arroyos al no canalizarlos para que el agua pueda fluir con mayor libertad. Claro, canalizarlos y hacer más drenaje pluvial cuesta un mundo de dinero, pero habrá que hacerlo dado que lo urbano le arrebató a lo natural las salidas de agua y esta busca su cause por donde sea, lo cual todo mundo sabe. Este tipo de fenómeno natural, que es la pesadilla de la región por su desnivel, será más común en los años por venir. Más vale que nos preparemos desde ya. Habrá que tomar decisiones difíciles y hacer fuertes inversiones. Hay que hacer caso al Atlas de Riesgo de la región y a los planes urbanos del IMPLAN-Saltillo. No hay de otra.  

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