!No te rajes Jalisco!

Artículo Localeando, 28 de Agosto de 2006
Jaime Villasana Dávila

México no solo es el conflicto postelectoral por la presidencia. En los Estados también hay vida y hoy en Jalisco esta ocurriendo un ataque frontal de la clase política para con los ciudadanos. Uno de los principales enemigos de la transparencia en este país, el gobernador jalisciense Francisco Ramírez Acuña, en confabulación con los diputados locales del PAN, PRI y PRD, desea aprobar una monstruosa ley de transparencia que favorece totalmente a los políticos y funcionarios públicos poco comprometidos.

El hecho ciertamente no es novedoso. Comúnmente la clase política coloca por delante su propio interés al de la sociedad, pero es muy importante por el momento en que se esta dando. La transparencia y el acceso a la información pública es un novel derecho ciudadano que sufriría un duro revés de alcance nacional si los políticos jaliscienses (fiel reflejo de los del resto del país) al final logran imponer su pretensión.

Desde que se aprobó la primera norma jurídica en la materia en México (Monterrey, mediados de 2001) no han sido pocos los intentos de la clase política mexicana por limitar este derecho y se pudiera afirmar que en lo general se les ha derrotado, aunque ello no ha sido algo casual. Tan pronto se observan los primeros vicios de retroceso y la sociedad ha sido, hasta ahora, lo suficientemente “ruidosa” para desanimar a los políticos de cualquier región del país. En Jalisco no debe ser la excepción.

Pero vayamos a los hechos. La semana pasada comentaba que en Jalisco el Gobernador y los partidos desean realizar una reforma a la ley de transparencia con la excusa, dicen, de perfeccionarla. Hasta hace unos días la citada reforma (conocida como “Ley Opaca”) se encontraba prácticamente desahuciada, sin embargo resucitó gracias a un albazo operado por el diputado Salvador Cosío Gaona (PRD), presidente de la Mesa Directiva del Congreso local, y planeado por el Ejecutivo estatal. ¿El objetivo? Exculpar al Gobernador y algunos Alcaldes que han sido demandados por no otorgar información pública a los ciudadanos ¿La recompensa? Destinar una partida extraordinaria de 60 millones para el Congreso.

Este oscuro pacto se concretó el pasado miércoles con la aprobación de los diputados locales para agregar cuatro diputados del PAN a la Comisión de Participación Ciudadana del Congreso, lo que le da una mayoría al blanquiazul en esta comisión para sacar adelante el dictamen de la "Ley Opaca". Esta iniciativa es analizada en tres comisiones del Congreso, pero la de Participación Ciudadana era la única que rechazaba la reforma.

Para “ciudadanizar” su tenebrosa maniobra, los diputados locales igualmente aprobaron realizar tres mesas de consulta sobre las reformas propuestas para que la sociedad manifestara su opinión, empero esta proposición también apesta. Una mayoría de panistas jaliscienses, junto con una oposición sumisa y vendida, están retrocediendo al estado cinco largos años en la historia, justo antes de diciembre del 2001 cuando fue aprobada la Ley de transparencia en ese estado.

Una primera conclusión es que con esta artimaña, los tres partidos políticos (PRI, PAN y PRD) demostraron que en esencia son lo mismo. Lo que tanto pregonaron en sus campañas presidenciales prácticamente lo tiraron al cesto de la basura ubicado en Jalisco. En ese estado la transparencia vale 60 millones.

Pero en medio de este horizonte trágico y oscuro aun queda algo de solidaridad en algunos políticos locales para con los jaliscienses. Momentos antes de esta sucia estrategia Alberto Cárdenas, ex -gobernador y ahora senador, reveló que diputados de su partido (PAN) maniobrarían para lograr la aprobación de las reformas en transparencia. Cárdenas añadió "Es un absurdo, yo creo que no debemos estar ahorita todavía emborrachándonos con lo que pasó el 2 de julio (el triunfo del PAN en la presidencia) y sentirnos que tenemos el derecho de mover, y deshacer y hacer a nuestro antojo”.

Al grito de ¡Ay Jalisco no te rajes! los jaliscienses tienen que moverse y rápido. De entrada no hay razón para creerle a los diputados sobre las mesas de consulta, mismas que servirán para nada. Ya los engañaron con el “albazo” y nada asegura que no lo volverán a realizar.

Las ONGs, académicos, empresarios, estudiantes y hasta la poderosa iglesia jalisciense (aunque usualmente esta coludida con los panistas que hoy ostentan el poder), tienen que alzar la voz todavía más fuerte, hacer de este hecho local algo nacional, enviar e-mails masivos, buscar apoyo en los demás institutos estatales de transparencia, enfocar las “baterías” en personas (no en partidos porque la culpabilidad se difumina), apoyar a los políticos que se oponen a la “Ley Opaca”, dirigirse a los comités nacionales de los partidos para “ventanearlos” y pedir un posicionamiento claro a los diputados locales e incluso a Felipe Calderón y AMLO (haber si es cierto que muy transparentes).

La sociedad jalisciense ha perdido una batalla pero no la guerra, así que el desánimo no tiene cabida en estos momentos. El gobernador precioso estilo Jalisco y sus compinches tienen que ser derrotados. Su triunfo representaría una triste y dolorosa derrota para la sociedad, pero más aún, colocaría el mensaje entre los gobernadores de que estamos dispuestos a retroceder en un derecho fundamental para toda democracia.

Con la fe y confianza que significa el ser ciudadano, hay que derrotar jurídica y moralmente a los actuales políticos que hoy ostentan el poder jalisciense, para de paso enviar la señal al nuevo presidente, gobernadores, alcaldes y diputados electos de todo el país que ese camino no puede ser transitado una vez más. Estas son las verdaderas batallas que no podemos perder. ¡No te rajes Jalisco!.

Glosa: Muy desafortunadas las declaraciones del gobernador coahuilense cuando dijo la semana pasada “Gracias a Dios el Gobernador siempre tiene la razón”. Es sin duda una señal de alarma amarilla. El gobernador actúa como Fox al inicio de su gobierno; con muchas “ganas” por hacer cambios y cosas interesantes, pero carente de visión y estrategia. Abre muchos frentes, los procesa mal (teniendo que salir al paso sus Secretarios) y al final los abandona. Sus estrategas deberán trabajar mucho con él para serenarlo y reencauzar esa energía. En el gobierno como en las empresas, no se trata de quien siembra más sino de quien siembra mejor, para después tener una abundante cosecha.

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