Gobernador arrestado; ¿aprenderemos?

Artículo Localeando, 11 de Diciembre de 2008 
Jaime Villasana Dávila 

El martes pasado el ahora ex –gobernador de Illinois, Rod Blagojevich, fue arrestado por dos delitos principales (hay más); a) vender al mejor postor la vacante dejada por Barack Obama en el senado estadounidense y b) amenazas al periódico Chicago Tribune porque no ha modificado su línea editorial hacia su favor (algo muy-muy común en México).

Cabe mencionar que en EUA cuando un senador deja su cargo el gobernador de ese estado tiene la facultad de nombrar a su reemplazo, atendiendo un principio federalista. En México entra el suplente del senador propietario y en segunda instancia el partido lo decide (principio partidista).

El caso del gobernador de Illinois, hoy todo un escándalo en EUA, me recuerda a los que observé cuando radicaba en Japón y en España; gobernadores, alcaldes y demás funcionarios de elección popular siendo procesados por diversos delitos. Estos hechos no son más que ejemplos puntuales de una democracia funcionando como debe hacerlo, de eficacia de los poderes públicos (el judicial aplicando la ley creada por el ejecutivo y legislativo) y de madurez política de los partidos para no defender lo indefendible.

En México los delitos cometidos por ex –gobernadores y algunos gobernadores en turno han sido peores y no pasa nada. En democracias consolidadas basta tan sólo la sospecha acompañada de la crítica para que ese funcionario público cuestionado presente su renuncia. Hay un mínimo de moral y ética pública, un ingrediente muy escaso en nuestro país.

Pero lo peor es que cuando casos como el del gobernador de Illinois, Puebla (Marín), Oaxaca (Ruiz) o Estado de México (Montiel) suceden en México, nuestra clase política confirma con sus actos y decisiones que la sociedad mexicana como un todo (valores, democracia, leyes, medios) no está preparada para afrontarlo y procesarlo, y por lo tanto la impunidad es válida y aceptable.

Por lo pronto los gobernadores (hoy un tapón para nuestra democracia junto con los Congresos locales y Poder Judicial estatales) pueden continuar con su fiesta porque saben que por ahora pueden hacer lo que quieran, aún y cuando los buenos ejemplos los tenemos frente a nuestras narices. Al fin y al cabo como sociedad seguimos sin estar preparados. Que frustrante.

Glosa; es martes y veo López-Dóriga en el Noticiero con la esperanza de ver la nota sobre el gobernador de Chicago en titulares por el mensaje que nos manda, pero acapara (oootra vez), el caso de la ballena atrapada en la red ¿Nuestra democracia se resume a una ballena?.

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