Artículo Localeando,
7 de Febrero de 2013
Jaime Villasana Dávila
Con el crecimiento económico esperado en México para
los próximos años, uno de los principales retos será el de la movilidad de las
personas. De hecho ya lo es. Basta ir a cualquiera de las grandes ciudades
mexicanas para darse cuenta.
Y en este asunto hay una noticia buena y otra mala. La
mala es que el problema no se resolverá haciendo más puentes y calles, lo que a
muchos gobernantes les gusta hacer dado que son obras que pueden terminar
durante su gobierno para adornarse.
La buena es que al parecer a los gobernantes les
comienza a caer el veinte de que más puentes y calles para los automovilistas tampoco
les es tan beneficioso. Esto se remonta a finales de los 80s y principios de
los 90s cuando la contaminación en la Ciudad de México obligó a implementar diversos
programas como el “hoy no circula”.
El transporte del futuro, aunque en México todavía no se considera así. Fuente: El Universal |
Algunas medidades adoptadas fue reforzar el transporte
colectivo pues con el estancamiento de la movilidad aumentaba la contaminación
y por lo tanto el descontento social. Las líneas 8, A y B del metro, fueron
inauguradas en los 90s (recientemente la línea 12).
Curiosamente en aquellos años no se adoptó el modelo
“metrobús” creado en la ciudad brasileña de Curitiba en los 70s. Ello aconteció hasta 2005. Incluso fue León, Gto., quien lo instaló primero (2003). Además de
estas dos ciudades también lo tienen o lo están construyendo en Monterrey, Puebla,
Guadalajara, Juárez, entre otros. Unos por cierto con lamentables fallas.
Por esas fechas comenzaron igualmente los primeros
programas gubernamentales para promover el uso de la bicicleta como medio de
transporte alternativo. Hoy destacan Ciudad de México y en menor medida
Saltillo. Otras ciudades han hecho el intento o están en él, pero con
resultados muy magros o a punto de abandonarse, cuando precisamente se requiere
la constancia y, diría, hasta terquedad.
Luego tenemos los trenes suburbanos donde Ciudad de
México se encuentra a años luz de ciudades como Tokio o Nueva York. Apenas en
2008 se inauguró la primera línea.
Grandes proyectos se han quedado en el tintero. Fox habló en su momento de construir el tren rápido Ciudad de México-Guadalajara
vía Querétaro y León. Nada pasó. Hoy el nuevo presidente parece hablar en serio.
Ya están en marcha los estudios de factibilidad para el tren de la capital a
Toluca y a Querétaro. Además del tren de Mérida a Riviera Maya conocido como Transpeninsular.
Quizás pronto se desempolven más proyectos como el
tren ligero Saltillo-Monterrey. En suma, parece que México comienza a poner
atención al medio del transporte del siglo XXI; trenes y bicicletas.
Sin embargo, el nivel de crecimiento de estos medios
debe ser mucho mayor al actual si queremos recuperar el tiempo perdido.
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