Artículo
Localeando, 24 de Julio de 2014
Jaime Villasana Dávila
El millonario Tim Draper lleva tiempo tratando de
convencer a sus paisanos de California en dividir al estado en seis estados. Su
iniciativa la llamó Seis Californias. Los seis nuevos estados serían Jefferson, North California, Central
California, Silicon Valley, West California y South California (ver mapa).
Las seis Californias Imagen: The Economist |
Para lograr su objetivo ha gastado millones de dólares
y con todo el esfuerzo realizado logró juntar 1.3 millones de firmas
(necesitaba poco más de 800 mil) las cuales fueron remitidas al Congreso local para
que estudie el aceptar que dicha pregunta sea admitida en las elecciones
presidenciales de noviembre de 2016. Además a un 41% de los californianos no les desagrada la idea.
Una de las razones de porqué Draper y seguidores quieren
que el estado sea dividido es porque el mismo es ya demasiado grande y con
mucha dificultad puede dar respuesta a las necesidades de sus ciudadanos.
California tiene 38 millones de habitantes y una economía mayor a la de México.
La iniciativa de Draper obviamente ha sido rechazado
por políticos demócratas y republicanos, pero al final de cuentas y a sabiendas
de cual será el resultado, tanto el gobernador como los diputados del Congreso
local deberán debatir sobre el tema debido a que Draper juntó el número de
firmas requeridas.
En diciembre de 2011 escribí como en el estado brasileño de Pará se llevó a cabo por esas fechas un plebiscito para dividir a
dicho estado en tres; Pará, Carajás y Tapajós. Finalmente ganaron los que
votaron por un “no” con el 66.6%
Ahora pasemos a México. En la Constitución mexicana en
su artículo 73, fracc. III, se describe el procedimiento para crear nuevos
estados. No es perfecto pues le falta algunos pasos o requisitos, pero con lo
que hay crear nuevos estados es posible.
Otro ingrediente necesario (aunque no legal) es que
haya un movimiento social que pugne por crear un nuevo estado y ese existe. Se
llama ELLA y busca crear el estado de La Laguna. Ya en otros artículos la he mencionado y he afirmado también que dicha consulta de creación debe ser permitida.
¿Pero cuál es el problema? La clase política de
Coahuila y Durango, más el Congreso Federal, no quieren debatir el tema con
formalidad. Sólo lo hacen en entrevistas periodísticas y, por supuesto, se
niegan a dicha creación.
El hecho de que se nieguen no es el problema. El
problema es la forma. En California y Brasil la clase política debe debatir con
seriedad y en recinto oficial (Congreso) el tema y obvio escuchando a las
partes y finalmente realizando un plebiscito o consulta. En México no es así.
Ojalá esto cambie.
No le tengamos miedo a este tipo de procesos que a la
larga unen más y dividen menos.
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