Las horas más bajas de la República de Río Grande (o Nemex)

 

Artículo Más Información, 29 de noviembre de 2023

LOCALEANDO - Jaime Villasana Dávila

Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas han formado una región del país prácticamente desde la independencia de México. Lo enfatizo porque Tamaulipas bien pudo haber dirigido su mirada hacia el Golfo haciendo alianza con Veracruz o Coahuila con Chihuahua. Pero el flujo del dinero es lo que marca las alianzas, aunque hay personas que no lo quieran ver así. 

Pero regreso al tema. En este tiempo han sucedido infinidad de cosas. Desde la fusión temporal de Coahuila y Nuevo León a mediados del siglo XIX y hasta la conversión de los tres estados en una zona potente en lo económico debido a la alta inversión foránea debido al TLC/TMEC, pasando por un intento de independencia de los tres estados hace más de 150 años.

 

Aquellos buenos viejos tiempos. Los gobernadores de Tamaulipas, Nuevo León, Texas y Coahuila firmando e Acuerdo para un Progreso Regional Asociado. Eran los años maravillosos de NEMEX. Imagen: sitio web de www.nemex-tex.org 

Por un periodo de casi 10 años entre el 2000 y 2010 los tres estados mantuvieron una estrecha relación política, económica y cultural muy cercana. Sus gobernadores se reunían con mucha frecuencia. Eran famosas las cabalgatas organizadas entre los tres estados para celebrar ciertos acontecimientos regionales. Se firmaron múltiples acuerdos para impulsar el desarrollo coordinado de la región y hasta estados vecinos como Zacatecas, Durango y Chihuahua deseaban sumarse a la zona para no quedar desamparados.

Igualmente fue la época de la inauguración del hermoso Museo del Noreste en Monterrey y de la consolidación del Museo del Desierto en Saltillo, ambos puntales hoy en día en la conformación de la identidad cultural norestense. La generación de libros sobre la historia de la región estaba en su auge.    

En el ámbito internacional fue la época de la configuración de Nemex (Noreste de México) como región económica y con oficina de representación en Texas. Estos tres estados eran siempre protagonistas en las reuniones de la Conferencia de Gobernadores Fronterizos, hoy desactivada por cierto.

Había pues una cooperación entre los tres estados como en ninguna otra región del país. Pero llegaron los problemas.

El primero fue el caos de la política interna que se dio en cada estado. Coahuila se sumió en el vergonzoso problema de la deuda en 2011 ocasionada por un populista llamado Humberto Moreira, alguien muy similar a quien gobierna hoy en día a este país; haciendo obras sin ton ni son, despilfarrando el dinero que no es de ellos y tolerando la corrupción.

Nuevo León se topó en seco con el gobierno de Rodrigo Medina, cayendo dicho estado también en las garras de la corrupción. En Tamaulipas tampoco se cantaba mal en este tema. Sus exgobernadores Tomas Yarrington y Eugenio Hernández caerían presos por crímenes diversos, al igual que H. Moreira y Medina, aunque estos dos últimos quedaron libres.  

El otro problema fue la inseguridad. Entre 2008 y 2012 se dieron los años más duros de combate entre los Zetas contra otros cárteles y contra el Ejército. La violencia y los tiroteos en las calles eran tipo de película. Me toco uno por cierto, andando por el centro de Monterrey.

Calmadas las aguas de la corrupción y la inseguridad, los estados pasaron de terapía intensiva a una situación de más estabilidad. Era ya el 2015-2016. Luego llegó el actual presidente neocentralista y con ello se gestó la Alianza Federalista, la cual pintaba para rehacer la relación entre los tres estados con los gobernadores norestenses del momento. Pero llegaron las elecciones estatales del 2021 (Nuevo León), 2022 (Tamaulipas) y 2023 (Coahuila), ocasionado que hoy en día los tres estados sean gobernados por partidos políticos diferentes, lo cual no ayuda aunque no debería ser factor. El estado y la región deberían ser primero.  

Para no hacer largo el cuento en la actualidad no se visualiza ni siquiera indicios en alguno de los estados por querer renacer una relación que debiera ser constante y estratégica.  

A Américo Villarreal, gobernador de Tamaulipas por MORENA, le ganará siempre su fidelidad a AMLO por sobre el de su estado. En ese partido hay fanáticos, no simpatizantes, y los fanáticos siempre deciden con el estómago, no con la cabeza.

Nuevo León vive en la incertidumbre política ocasionada por Samuel García y sus caprichos por ser presidente, aunque todo indica que lo están obligando a competir por tener cuentas pendientes. El estado anda perdido políticamente hablando y pronto sabremos quien queda de gobernador, mismo que enfrentará inestabilidad política constante. Una pena, pues en lo económico este estado vive un boom.

Coahuila tendrá nuevo gobernador a partir del primero de diciembre. Él pudiera hacer renacer la alianza, pero para bailar tango (o mejor una norteña) se necesitan otros dos y hoy no los hay. Siendo así, lo más probable es que no gastará energía en algo que no tiene futuro, por ahora.  

El único actor que pudiera hacerla renacer serían los ciudadanos organizados para tal fin. La mala noticia es que tampoco los hay más allá del mundo de las redes sociales. No hay organizaciones civiles o partidos políticos locales con ideología regionalista, lo cual es una lástima. Ojalá pronto cambie esta situación, pero llevará tiempo.  

En suma, son las horas más bajas de la República del Río Grande (o Nemex) en los tiempos modernos.

Glosa: Coahuila debe hacer todo lo posible por no aplicar el modelo de la “Nueva Escuela Mexicana”, impulsado por la 4T y enfocado más a un adoctrinamiento político que al desarrollo de habilidades racionales de las/los niños. Ya dimos el primer paso no adoptando los libros de texto del gobierno federal. Demos el segundo paso para ir configurando la “Nueva Escuela Coahuilense”.  

www.localeando.com  Twitter: @jvillasanad

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