¿Hacia dónde va el PRI en México y en Coahuila?

 

Artículo publicado en Más Información, 19 de junio de 2024

LOCALEANDO - Jaime Villasana Dávila

En enero del 2022 escribí los cuatro escenarios a los que podría enfrentarse tanto el PRI-Nacional como el PRI-Coahuila en los próximos años. Estos eran estabilización, supervivencia, renovación y desaparición.

Hoy, luego de la paliza de MORENA a la alianza opositora y dado el comportamiento de la dirigencia nacional priísta ante la estrepitosa derrota, el escenario para este partido parece más claro; su escenario es de supervivencia.   

Esto significa, por un lado, que el PRI ganó solamente Coahuila en las elecciones del 2023-2024 y, por la otra, que las diferencias entre corrientes internas se ahondarán. De no haber acuerdo en su próxima asamblea nacional y una reforma profunda, es posible una escisión mayor en el PRI, condenándolo prácticamente a ser un partido de presencia en ciertos estados y con presencia simbólica a nivel nacional.  

 

¿Acaso estamos presenciando la muerte inminente del PRI en México o logrará sobrevivir tal cual o sobrevivirá bajo otro nombre-logo realmente transformado? ¿Cuál es su destino en Coahuila, uno de los dos estados que gobierna? 

Sobrevivirá el PRI a nivel nacional temporalmente, no obstante su futuro es con perspectiva negativa si su dirigencia mantiene su postura de cerrazón ante otras corrientes y la ciudadanía. Aunque su dirigencia actual dice que van por una reforma profunda (hasta posible cambio de nombre), de no hacerlo en los hechos se condenará a una supervivencia de mediocridad política que tenderá hacia su inevitable desaparición en el mediano plazo. En ese proceso sus integrantes, la mayoría, se seguirán pasando a MORENA debido a la afinidad ideológica y/o conveniencia política.  

Pasemos ahora a Coahuila. Aquí el asunto es más complicado. Los priístas coahuilenses llevan al partido hasta en los huesos, pero lo mismo sucedía con los priístas del Estado de México y muchos de ellos han migrado ya a MORENA viendo que representa el futuro, es decir, cargos. La derrota a nivel estatal en 2023 fue el puntapié. Nadie o pocos quieren estar en un barco hundiéndose.

En mi reciente viaje a Saltillo percibí como algunos dan por hecho que la actual gubernatura priísta será la última en Coahuila, siendo MORENA quien triunfará en 2029. Falta mucho para ese año y además MORENA en el estado está dividida entre dos corrientes encabezadas cada una por los senadores recién electos Cecilia Guadiana Mandujano y Luis Fernando Salazar Fernández. Si el PRI-Coahuila se mantiene unido y con buenos desempeños en las elecciones intermedias estatales y federales, tiene posibilidades de mantenerse ¿pero seguirá siendo PRI, se cambiará el nombre, se transformará?.   

Abro un paréntesis sobre el PRI en Durango, el otro estado que gobernará el antiguo “partidazo” hasta el 2028, además de Coahuila (2029). Durango no es Coahuila; en dicho estado ya hubo alternancia el pasado sexenio con el PAN (2016-2022) y este es un hecho importante. Sus electores no le tienen temor a probar otro sabor partidista. Recordemos que en 2016 PRI y PAN eran los viejos rivales, no como ahora.

Pero regresemos al PRI-Coahuila y los cuatro escenarios que le planteé en enero de 2022. No se encuentra en un escenario de estabilización, pues le fue muy mal a nivel federal en la pasada elección. Tampoco está en un escenario de renovación (a fondo) dado que la dirigencia nacional no desea emprenderla o no la ha emprendida y, por sí mismo, no el PRI-Coahuila no puede hacerlo por estatutos, al menos que se “independice” del PRI-Nacional.

El escenario de desaparición tampoco está en el corto plazo dado que gobernará el estado hasta el 2029, salvo la dirigencia nacional diga que se renuevan y, si esto sucede, será un renacimiento más no un desaparición.

Dado todo lo anterior y su dependencia de la sede central, el PRI-Coahuila también se ubica en un escenario de supervivencia como lo está el partido a nivel nacional, pero con la diferencia de que todavía no está enfermo de gravedad ¿la razón? gobierna al estado, lo cual no durará por siempre. Esto lo hace ser su cemento (por ahora) y de esto carece el PRI-Nacional.  

El PRI-Nacional posee un cáncer mortal que se extiende rápidamente y pronto alcanzará al PRI-Coahuila si no hace algo al respecto. Una opción es independizarse y convertirse en un partido local.  

Sin embargo, este escenario no lo visualizo por dos razones. La primera es que el PRI-Coahuila no tiene los arrestos suficientes para independizarse del PRI-Nacional y convertirse en un partido local con arrastre, tal como lo es el Partido Nacionalista Vasco (PNV) en el País Vasco (España). Además, la ideología del partido tiende al centralismo bajo liderazgos locales aún y cuando la fundación del PRI allá por finales de los 1920s se debió a una unión de partidos locales.

La segunda razón es porque el PRI-Coahuila es un delicioso manjar para MORENA que le ayudaría a unificarse y antes haría todo lo posible para hacer que se le una en lugar de permitirle convertirse en un partido local e independiente.   

¿Y si en una de esas el gobernador de Coahuila decide, junto con el PRI-Coahuila, pasarse a MORENA en los próximos 2-3 años si el PRI-Nacional no se renueva? Sería algo inédito. Al momento no ha sucedido algo así pero, como dicen, siempre hay una primera vez. Aún así, yo no lo visualizo. Recordemos que dos ex gobernadores de Coahuila ocupan cargos de liderazgo en el PRI-Nacional y eso complica una posible independencia, al menos que ellos también estén de acuerdo con ello.  

Concluyendo; el viejo sistema de partidos en México ha llegado a su fin. Estamos en un momento de oscuridad donde cualquier nuevo sistema político-partidista puede surgir. Sin embargo, en este nuevo sistema no tiene cabida el PRD (ya falleció a nivel nacional) y tampoco el PRI, el cual muere lentamente y, si sobrevive y no se renueva, será un partido-botín chiquillada al estilo PT y Verde. El PAN pudiera tener cabida al tener una ideología centro-derecha, aunque sus actuales dirigentes se empeñan en destruirlo.

En cambio, el PRI-Coahuila pudiera tener cabida aunque no bajo la marca PRI y esto es un hecho. De mantenerse tal cual, le sucederá como en el Estado de México, en donde en la pasada elección obtuvo sólo el 17% de la votación local y ganaron sólo cinco municipios pequeños de 125 existentes. En los cargos federales también fueron arrasados. Hoy en ese estado, que fue su bastión nacional por décadas, el PRI es uno más del montón.  

Cierto, PRI-Coahuila ganó ampliamente en las recientes elecciones de ayuntamientos al ganar 28 de 38, pero esto ya es pasado y además debe añadirse su amplia derrota en los cargos federales. Es como caminar por el filo de la navaja.

¿Hacia donde va el PRI-Coahuila? ¿Se hundirá junto con su sede nacional o decidirá emprender el camino de manera independiente en el estado o elegirán una tercera vía? ¿Qué dicen las encuestas ciudadanas sobre lo que debe hacer para su futuro o acaso lo decidirán internamente ignorando el tsunami político-electoral que acaba de suceder?

Glosa: La reciente visita de Sheinbaum a Coahuila lo dejó muy claro; el gobernador Jiménez deberá llevarla muy bien con el próximo gobierno federal. No por temor, sino porque el electorado coahuilense le indicó que así debe ser. Riquelme se enfrentó a AMLO aunque en un escenario político diferente, habiendo una oposición más o menos fuerte y con un electorado con simpatía priísta a nivel local y federal. Hoy MORENA es una aplanadora y la oposición es prácticamente inexiste. La nueva apenas está en gestación y faltan años para que madure.

www.localeando.com   X: @jvillasanad

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