RIP al PRI Nacional ¿también para el PRI Coahuila?

 

RIP al PRI Nacional ¿también para el PRI Coahuila?  

Artículo publicado en Más Información, 8 de julio de 2024

LOCALEANDO - Jaime Villasana Dávila

En su asamblea nacional del día de ayer, el PRI Nacional decidió convertirse en un partido centralista y personalista.

Centralista porque la reforma le otorga al presidente partidista (hoy Alito Moreno) la voz cantante en el nombramiento de los coordinadores de diputados y senadores, en la integración del Consejo Político Nacional y en la selección de los presidentes estatales.

Es también personalista por el amplio poder dado a su dirigente actual, quien podrá reelegirse hasta el 2032 si así lo desea, es decir, pudiera ser presidente nacional del PRI Nacional del 2019 al 2032, algo que jamás había ocurrido en el PRI. De hecho era algo impensable que algo así sucediera.  

 

Resuelta la disputa por el control del PRI Nacional, en la que vencieron Alito Moreno y Rubén Moreira, la disputa ahora es por el PRI Coahuila. Pudiera darse una alianza entre Manolistas y Riquelmistas para plantarle cara al centro. 

Por lo anterior, el PRI que conocimos por 90 y tantos años desapareció ayer. Ahora es un partido como el PT, cuyo dirigente lleva casi 30 años en el cargo, ocurriendo lo mismo con MC y su dirigente; ambos centralistas y personalistas. Ni MORENA ha llegado a tal personalismo estatutariamente hablando, pero sí es centralista. Cierto, en la práctica sabemos que AMLO es quien decide, pero eso estará por verse una vez que Sheinbaum comience a ejercer el poder.

Lo más lamentable de lo ocurrido ayer en el PRI Nacional es que uno de los protagonistas es un coahuilense; Rubén Moreira, mano derecha de Alito Moreno desde al menos el 2021. Con su aval a estos cambios, el prestigio ganado con la pacificación de Coahuila habrá sufrido un daño tremendo. Sigo sin entender porque apostó por esta movida, porque podrá tener razón Alito en su crítica a la vieja guardia del PRI (algunos ya expulsados y muchos indefendibles), pero ello no significa que deba recibir un cheque en blanco para perpetuarse en la dirigencia hasta el 2032, si así lo desea, y concentrar más el poder. Este es el meollo del asunto.  

Aunque en política nunca hay que dar a alguien por muerto, el PRI Nacional queda desde ayer en un estado todavía más endeble. Es otro PRI  (para peor), con las mismas siglas. Su propósito, dirán, será ganar elecciones y, efectivamente, ganarán aquí y allá algunas pero nada más. Su alcance nacional está herido de muerte, siendo su destino un partido morralla y franquicia a nivel nacional, como PT, MC y el Verde, el peor de todos. Su refundación era la opción.

Pasemos al PRI Coahuila. En él se vislumbran cuatro corrientes dominantes: a) Manolistas; b) Riquelmistas, c) Rubencistas y d Humbertistas. Todos con diferente grado de poder e influencia.

El primer grupo está encabezado por el gobernador Manolo Jiménez y encumbra, según ellos, a la nueva generación del priísmo coahuilense, empeñado en ciudadanizarlo, reformarlo y modernizarlo para que pueda seguir manteniendo el poder en el estado.

En los Manolistas hay que meter a los Martinistas del exgobernador Enrique Martínez (1999-2005) y a los Pimentelistas del actual Secretario de Gobierno (Oscar Pimentel). Su fuerte es el sureste y centro del estado. En el norte siguen quedando vestigios de los Montemayoristas del exgobernador Rogelio Montemayor (1993-1999), quienes también se suman a los Manolistas.

Los Riquelmistas son liderados por Miguel Riquelme, también ex gobernador (2017-2023). Aunque su reciente derrota por el senado le quitó algo de poder, su liderazgo en La Laguna (nació en Torreón) es indiscutible, haciendo equipo con el actual alcalde de Torreón, Melchor de los Santos. La Laguna es una región de fuerte identidad propia y de mucho peso político en el estado. Además no olvidemos el deseo de muchos laguneros de convertirse en el estado 33 del país, sentimiento que renace cuando hay coyunturas políticas como las actuales.  

En el tercer grupo están los Rubencistas liderados por Rubén Moreira, exgobernador (2011-2017). Tienen presencia en todo el estado y se consideran el origen de los Riquelmistas y Manolistas, pero esto es un decir pues tradicionalmente cada nuevo gobernador coahuilense busca hacer a un lado a su predecesor. Es una puja que se vive todos los días.   

El cuarto grupo es el encabezado por el exgobernador Humberto Moreira (2005-2010) y al que llamaremos Humbertistas quien, aunque tiene un bajo perfil público, todavía sigue moviendo algunos hilos. Recordemos que fue nuestro AMLO en Coahuila y en ciertos sectores populares le siguen guardando algo de aprecio.  

Estando así los grupos políticos del priísmo coahuilense, la reforma centralista a los estatutos del PRI Nacional significó un triunfo de los Rubencistas por sobre los Manolistas, Riquelmistas y Humbertistas, pues el aliado de Rubén Moreira (Alito Moreno) en teoría tendrá gran influencia en el PRI Coahuila, aunque no olvidemos que el poder real en el estado lo detentan los Manolistas.  

La gran pregunta aquí es ¿hasta dónde querrán usar los Manolistas su poder actual de aquí al 2029 y más allá al interior del PRI Coahuila? ¿Serán capaces de desterrar a los Rubencistas del estado y lo querrán hacer en alianza con los Riquelmistas, si es que estos también así lo desean?

En juego está la disputa por el PRI Coahuila y hoy eso también representa la disputa por afianzar a los Manolistas en el gobierno coahuilense. Es un choque de trenes. 

Recordemos que Coahuila es la joya estatal más importante del PRI en México debido a que el PRI Durango, donde también gobiernan, no tiene el mismo poder político. En ese estado el PAN sí tiene una presencia sólida (incrementó su votación en 10% en las pasadas elecciones) y ha habido alternancia, a diferencia de Coahuila donde en las pasadas elecciones el PAN tuvo menos votos que el total de votos nulos en el estado y gobernarán solo una alcaldía de 38.

Tenemos entonces dos visiones encontradas de lo que debe ser el PRI en México y en Coahuila. A nivel nacional la partida la han ganado Alito Moreno y Rubén Moreira, pero a nivel estatal el resultado está por verse. Muy difícil que el priísmo coahuilense acepte al “nuevo” PRI definido en Ciudad de México y menos cuando tiene el poder en el estado.

Aunque es muy poco probable, en una de esas Manolistas y Riquelmistas se alían y deciden llevar al PRI Coahuila por otra ruta independiente lo cual sería, desde mi perspectiva, la salvación del partido en el estado con miras a mantener el poder. Cabe también la muy lejana posibilidad de que, en un movimiento de tres bandas, el hábil líder de los Rubencistas decida abandonar al PRI Nacional de Alito Moreno. Un tercera opción es la negociación entre ambos bandos priístas; centralistas contra federalistas.

En Coahuila MORENA no ha llegado al poder estatal por sus divisiones internas y estas apuntan a que así seguirán en el corto plazo, pero ello no significa que el PRI Coahuila pueda mantener el poder en la elección estatal de 2029 bajo el escenario que le acaba de armar el PRI Nacional.

Históricamente Coahuila ha sido de los estados más federalistas en México. Pues bien, pronto sabremos si dicha virtud efectivamente es historia o sigue siendo vigente. El PRI Coahuila nos irá mostrando si acepta imposiciones desde el centro y también si, en caso de doblarse, desde ahora iremos viendo una mayor aceleración de su caída paulatina en el estado, tal como le sucedió al PRI Nacional. 

Si al final el PRI Coahuila se dobla, habrán hecho a un lado el interés del estado para privilegiar un poder central y el propio. De ellos depende que no sea así. México se construye por estados, no es al revés. Coahuila primero, siempre.        

Glosa: Durante el viejo régimen priísta había una frase para quienes deseaban participar en política y cambiar a México o Coahuila; “había que hacerlo desde dentro del PRI”. Muchos siguieron esa línea y pusieron su grano de arena para contribuir al progreso colectivo, otros se sumaron para enriquecerse y otros más para ambas cosas. Hoy estamos en otros tiempos muy diferentes. Eso ya no aplica. Para cambiar a México y mantener a Coahuila por el rumbo del progreso hay mejores trincheras al PRI actual. La otra es crear una nueva trinchera solo local, como lo he dicho previamente, pero eso significaría auto ponerse freno a las ambiciones del gobernador de Coahuila por sumarse a la carrera presidencial del 2030, aunque llegado el momento bien pudiera registrarse en el proceso interno de un partido nacional que tenga mejores chances que el actual PRI nacional. La Teoría de Juegos es crucial en política.    

www.localeando.com   X: @jvillasanad

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