AMLO ganó el sureste con Tren Maya; Sheinbaum busca lo mismo en el Bajío

 

AMLO ganó el sureste con Tren Maya; Sheinbaum busca lo mismo en el Bajío

Artículo publicado en Más Información, 16 de octubre de 2024

LOCALEANDO - Jaime Villasana Dávila

Toda obra pública debe generar un beneficio colectivo, pero también político. Al menos eso dice la teoría. En la realidad un buen número de obras públicas construidas en México han generado solamente beneficios políticos y particulares debido a la corrupción existente.

En el caso del Tren Maya la mega obra resultó ser un hitazo en términos políticos. Con ella AMLO y la 4T se echaron en la bolsa a los electores de Quintana Roo, Yucatán y Campeche, hoy ya gobernados por MORENA.

 

A Sheinbaum le urge comenzar y terminar el tren CDMX-Querétaro. Las elecciones en ese estado hoy gobernado por el PAN, son en el 2027. A AMLO le funcionó en el Yucatán ¿A ella también en Querétaro? Imagen: Gobierno de México.

Otra historia será si realmente tendrá los beneficios prometidos en materia de movilidad y desarrollo económico. Ojalá así sea. Mientras, es muy claro que en materia ambiental generó un ecocidio enorme al ser construido sin estudio de impacto ambiental. Se construyó al "ahí se va", al estilo AMLO.

Ahora viene la temporada 2 de los trenes de pasajeros con Sheinbaum en el gobierno.

Su prisa por construir el tren de pasajeros CDMX-Querétaro es evidente, sabiendo que su construcción lleva tiempo. Sin embargo, a diferencia de AMLO, en esta obra sí habrá estudios de impacto ambiental y ya veremos si son respetados.

La construcción de trenes son obras de perfil muy noble. Es muy raro que la gente y los actores económicos se opongan a ellos debido a los beneficios que genera: desde la movilidad de personas y mercancías y hasta el desarrollo de pueblos y ciudades por donde cruzan.

Además, siendo el reto de la movilidad un tema central a nivel mundial para el siglo XXI y de que México realmente necesita trenes de pasajeros en ciertas regiones, es un hecho que el tren CDMX-Querétaro y su futura expansión a Nogales y Nuevo Laredo, serán también un hitazo y su construcción no deberá enfrentar mayores obstáculos si se respetan derechos de habitantes afectados y se paga lo justo por los terrenos de ejidos y particulares que deberán ser comprados.

AMLO entendió perfectamente el valor social, político y económico del Tren Maya y por ello se lanzó sin dudas a su construcción. De mi parte apoyé su construcción (no la forma) al ser claros sus beneficios cuando son debidamente construidos y administrados, como en Europa o Japón. Pueden incluso llegar a ser negocio. Por ejemplo, la empresa ferroviaria OBB de Austria y cuyo dueño es el gobierno federal, genera una utilidad anual de 250 millones de dólares en promedio. Claro, Austria no es México y México no es Austria, pero de que se puede, se puede.

Por su parte, Enrique Peña Nieto estuvo muy limitado de miras al convertir en un desastre la licitación del tren México-Querétaro al dárselo en construcción a los chinos y a sus amigos. Lo mismo sucedió con el tren México-Toluca: convirtió en un pasivo lo que debió haber sido un activo. De haber sido bien planeados y construidos, es probable hoy tuviésemos otros escenario político.

Regreso a Sheinbaum y el inicio de la construcción del tren México-Querétaro. Sheinbaum visualiza ganarse a buena parte de los habitantes del bajío (Querétaro, Guanajuato y Jalisco), hoy en manos de la oposición, con estas obras de gran calado. Le urge terminar la primera etapa a Querétaro en tres años porque en 2027 serán las elecciones estatales en dicho estado.    

Luego del 2027 le urgirá terminar los tramos Querétaro-Guadalajara (cruzando todo el bajío) para el 20230, pues en ese año hay elecciones estatales en Guanajuato y en Jalisco. Con trenes de pasajeros operando debidamente, sus cartas de presentación ante el electorado serán de primera.

Guste o no, MORENA es un partido que dedica tiempo y recursos a la movilidad alternativa, un tema central en muchas ciudades mexicanas. Obvio también le interesa asignar esos contratos a sus constructoras favoritas, es decir, la de sus amigos, pero esto a la gente no le interesa siempre y cuando las obras den los beneficios prometidos.

Ante este escenario del tren México-Querétaro, el reto político está del lado de los gobernadores de Querétaro, Guanajuato y Jalisco. Tendrán que actuar muy fino para intentar neutralizar tanto como sea posible el discurso político del gobierno de Sheinbaum y el beneficio del tren, mediante programas y obras que de alguna manera le puedan más o menos competir.

Los trenes de pasajeros están siendo los caballos de troya de la 4T para conquistar estados que aun no gobiernan.

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