Yucatán y su bandera; por fin ondea sin censura

 

Artículo Más Información, 23 de agosto de 2023

LOCALEANDO - Jaime Villasana Dávila

El pasado lunes 21 de agosto ocurrió un acontecimiento muy importante en la historia del federalismo y regionalismo de México. Por primera vez desde 1841 ondea de manera oficial y sin censura la bandera de Yucatán en dicho estado, luego de que su gobernador encabezara la ceremonia de izamiento.

La bandera yucateca carga con mucha historia y significado para sus habitantes. Su primer izamiento ocurrió el 16 de marzo de 1841 y se diseñó y ondeó como símbolo de identidad, independencia y protesta contra el centralismo de Antonio López de Santa Anna. Habían pasado apenas cinco años desde que Texas se había independizado de México y dicho general gobernaba con mano dura a un país que todavía no lo era en la práctica, solo en la norma.

Una bandera con mucha historia que por fin ondeará libremente, sin censura. 
Imagen: Gobierno del estado de Yucatán.


Derivado de tal centralismo que se venía aplicando, las elites y poblaciones locales de ciertos estados se revelaron siendo uno de ellos Yucatán. Tabasco lo hizo poco tiempo después y Coahuila, Nuevo León y otros estados lo harían un poco más tarde.

El izamiento de la bandera yucateca en aquel año era la cereza del pastel a la independencia que dicho estado había declarado en marzo de 1840 y que duró hasta 1848, sucediendo entre tales años un sinfín de acontecimientos como invasiones del ejército mexicano, una guerra de castas o civil en la península y el intervencionismo estadounidense.

En aquellos años el estado de Yucatán comprendía también a los estados de Campeche y Quintana Roo, por lo que era un buen pedazo del país. Aplacados de manera temporal los ánimos independentistas yucatecos, el gobierno federal maniobró para dividir a Yucatán y crear al estado de Campeche (1863) y al territorio de Quintana Roo (1902), pues el espíritu independentista siempre estaba presente (en 1915 hubo otro intento). Si se iba, que se fuera con el menor territorio posible, supongo era la regla.  

Con el triunfo de la Revolución Mexicana llegó el nacionalismo revolucionario de carácter centralista pero con generosos acuerdos políticos con los estados y sus gobernantes. Dicho régimen, luego convertido en el priísta, no quería cometer el mismo error de los gobiernos del siglo XIX y fue con todo para ahora sí concretar ya no solo en la norma, sino también en la práctica, la identidad mexicana. De ahí viene el intenso esfuerzo de posicionar símbolos y momentos patrios de “carácter nacional” como el mariachi, los aztecas, Tenochtitlán, una narrativa de héroes nacionales (algunos inventados) y todo lo que hoy intenta renacer el régimen del obradorato, por cierto, una mala copia de tal nacionalismo.

En todo ese tiempo (1920 – 2000) estuvo “prohibido” cualquier intento de impulso de regionalismo político identitario de carácter masivo y abierto. Se toleraba un poco bajo otras expresiones (culturales y artísticas, principalmente) pero hasta ahí.  

En cuanto a las banderas estatales propias, ni por asomo eran autorizadas aunque en 1981 un gobernador tlaxcalteca rompió con la norma y la forma y autorizó el proyecto de diseño y creación de la bandera estatal pero sin ser oficializada. Es decir, sabía de los límites. No fue sino hasta el 2016 que el Congreso del estado la hizo oficial, pero no fue la primera. Este honor le corresponde a Jalisco, cuyo congreso la aprobó en 2008 en el contexto del federalismo caótico que se dio bajo el gobierno de Fox.

Vale añadir que por esos años, varios estados habían ya iniciado esfuerzos de regionalismo político identitario, destacando por mucho Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas. Un reflejo de ello es la creación del hermoso Museo del Noreste en Monterrey en 2007. Otro hecho similar pero dado con anterioridad aconteció en 2003 cuando Coahuila aprueba su himno estatal. De todo lo antes citado y mucho más doy cuenta en mi tesis doctoral.

Pero regreso a las banderas estatales. Estas sí existieron durante el régimen priísta pero se generaron ya cuando concluía (no he podido identificar fechas) y todas tenían un fondo blanco y el escudo estatal al centro. Es todo. Ningún color o alguna barra o una diagonal diferente para cada estado. Así era (es) como se visualizan a los estados del país desde el enfoque de una bandera; monótonos. Era y sigue siendo un claro reflejo del neo centralismo que hoy, insisto, quiere ser nuevamente impuesto por el gobierno federal actual y el partido que lo encabeza.

Habiendo dicho todo lo anterior, el recién izamiento de la bandera de Yucatán tiene un alto significado para ellos y para quienes estudiamos / analizamos el regionalismo político en México. Pero ¿Por qué hasta ahora Yucatán iza su bandera si antes lo podía haber hecho tal como lo hizo Jalisco y Tlaxcala?

Las razones exactas no las sé pero veo las siguientes; a) ciertos integrantes de la clase política yucateca, temerosos de los antecedentes históricos federalistas del estado, no querían hacerlo sin que estuviera legislado el tema de los símbolos estatales en la Constitución mexicana, lo cual sucedió en abril de este año con la reforma a la fracción X del artículo 116. Había algo de auto censura; b) No hubo un gobernador previo con los pantalones suficientes o interesado para liderar un proceso así; c) no había un movimiento civil de cierta relevancia que impulsará el tema.

Es de muy alta importancia una bandera para una sociedad que conforma una ciudad, estado, país o cualquier proyecto político. Se han escrito muchos libros y miles de ensayos al respecto y no ahondaré en el tema. Sólo decir que la bandera como concepto (y lo que ella representa) ha inspirado al hombre a explorar el último rincón del mundo y hasta la parte del universo que como raza humana conocemos. Dan esperanza y fuerza en momentos complicados, inspiran a sobrepasar obstáculos, son un competente relevante de la identidad de una persona y un largo etcétera. Su creación no se trata de caprichos, sino de una manifestación de identidad.

En conclusión; celebro fervientemente el paso dado por Yucatán y su gobierno estatal actual. Ello hace honor a su historia como entidad y a sus personajes históricos. Ahora cuentan con un símbolo real y tangible que seguirá inspirando a los orgullosos y tercos yucatecos (lo digo con aprecio), pero ahora ya sin censura, a continuar su esfuerzo por ser un estado de constante progreso. Me queda simplemente decirles que les tengo envidia de la buena. Ojalá mi estado (Coahuila) pronto inicie un proceso de creación de bandera propia. Tenemos mucha historia y algunas banderas previas de las cuales inspirarnos.

www.localeando.com  Twitter: @jvillasanad

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