Ciudades del Norte de México: prepárense para recibir a millones de
refugiados migrantes
Artículo
publicado en Más Información, 18 de noviembre de 2024
LOCALEANDO - Jaime Villasana Dávila
Desde que AMLO abrió en 2018 la frontera sur de par en par para que entrasen millones de migrantes, las ciudades del norte han venidos sufriendo por todos lados. Sus centros comunitarios, centros de migrantes, alberges y toda instalación pública, civil o privada dedicadas al tema están abarrotadas, poniendo en estrés los limitados recursos municipales, tanto monetarios como humanos y materiales.
Obviamente AMLO nunca creó un fondo
especial para ayudar a las ciudades norteñas a enfrentar esta situación. Si
acaso algún apoyo por aquí o por allá, pero nada más. Las dejó a su suerte.
El problema es que este panorama también se extendió a las ciudades del centro y sur del país. En Chiapas ya también se dan manifestaciones rechazando las altas tasas de migración. Sus ciudades y pueblos están colapsados. Añádase el alto nivel de violencia actual por los “abrazos, no balazos”.
Y es que ni siquiera un país desarrollado puede con una migración así, mucho menos México.
El gobierno de la 4T apela a la famosa frase “donde come uno, comen dos” o “échale más agua a los frijoles y con eso hay”. Pero la realidad no funciona así. Esa generosidad tarde o temprano se agota cuando ya afecta a la familia o a lo más querido.
Lo peor de todo es que la situación se pondrá aún peor cuando Trump tome el poder y comience a ejecutar su plan de expulsar a millones de migrantes ilegales.
Ante esta realidad todo apunta a que Sheinbaum seguirá la ruta de AMLO en cuanto a la ayuda a las ciudades mexicanas con mayores tasas de recepción de migrantes. Es decir, será un “háganle como puedan”.
En artículos anteriores he citado como la migración descontrolada ha sido uno de los principales factores que ha puesto contra la pared a la democracia en el mundo. Por lo tanto, los gobiernos democráticos deben aplicar mano dura para no ponerla todavía más en riesgo.
La bronca es que en México la democracia está entrando en un anochecer. Esto significa que la arrogancia de Sheinbaum y de la 4T les bloqueará el raciocinio y, con tal de no “verse débiles”, seguramente seguirán tomando pésimas decisiones, pero este es otro tema.
En suma; a partir de febrero entrante, millones de migrantes expulsados (incluido mexicanos) serán regresados al país por donde entraron y ese país se llama México. Los dejarán en la frontera entre ambos países y quizá algunos serán volados al centro y sur de México u otros países. A Venezuela y Cuba no (cientos de miles vienen de ahí), dado que EE.UU. no tiene relaciones diplomáticas con ellos.
Súmese también que al norte están llegando cientos de miles de mexicanos de otros estados del sur que están escapando de la violencia o de las pocas oportunidades laborales.
Dada la situación en EE.UU. y en el sur del país, una inmensa mayoría de los migrantes se quedarán en el norte de México, por lo que es urgente que los alcaldes de esta región se organicen desde ya para ir armando un plan en conjunto con los gobernadores fronterizos.
Lo ideal sería que Sheinbaum negocie, exija y consiga fondos gringos de apoyo para enfrentar esta crisis migratoria en México que provocará Trump y que una parte los entregue a los municipios y estados del norte. Pero si algo saca Sheinbaum, poco les dará, pues necesita recursos para enfrentar la situación financiera que enfrenta y que le fue heredada por AMLO.
Siendo así, aquí dos sugerencias a los alcaldes del norte de México:
1) Envíe a la brevedad oficios a su gobierno estatal y al federal requiriendo partidas presupuestarias extraordinarias en 2025 para hacerle frente a esta crisis de migrantes que se le avecina. Solicite también comenzar a trabajar en la elaboración de un plan de acción para saber cómo actuar en su momento. Sé que no le harán caso en su gobierno estatal y menos en el federal, sobre todo en lo relativo al presupuesto, pero que por usted no quede. Así podrá protegerse ante cualquier eventualidad que pudiese surgir en su momento. También movilice a su Cabildo y hasta su Congreso local. Coordínese también con los municipios vecinos y con las organizaciones civiles que atienden el tema migratorio. Refuerce también los cuerpos de seguridad municipal.
2) Me queda muy claro que el presupuesto municipal apenas le alcanza para sacar adelante al municipio, pero al menos platique con su tesorero sobre si, llegado el momento, se podrá obtener algún recurso extra para destinarlo aunque sea a lo más urgente. Lo que sea, será bueno. Asimismo, pídale a su área de desarrollo social (o la que se ocupe del tema) que diseñe y ponga en su Programa Presupuestario alguna actividad para hacerle frente a la posible crisis futura.
Concluyo; México está enfrentando de una manera muy ingenua la crisis migratoria. Los de MORENA y sus aliados creen que tienen la sartén por el mango en cuanto al apoyo popular. Pero este, así como llega, se puede ir rápido si el gobierno federal no se pone serio ante la crisis migratoria que se viene.
México ha dado mucho a los migrantes desde hace décadas, pero todo tiene un límite. Con ello no digo que debe prohibirse la entrada de migrantes al país, pero debe controlarse a la brevedad, tal como lo están haciendo ya muchos países del mundo; comenzando por Europa, Canadá, EE.UU. y en general casi todos los receptores de migrantes. Saben de lo tóxico que se ha convertido el tema en sus territorios.
Si no hacemos algo. Luego no nos sorprendamos de las iniciativas que una migración totalmente descontrolada pueda generar en ciertos gobiernos. Como por ejemplo, que un gobernador fronterizo comience a mandar a Ciudad de México autobuses llenos de migrantes para desahogar sus ciudades, tal como lo hizo el gobernador de Texas enviando cientos de buses a Nueva York o Chicago, cuyos residentes estaban a favor de la inmigración pero luego, cuando ya vivieron en carne propia la experiencia, comenzaron a exigir que sus alcaldes y gobernadores hiciesen algo al respecto. Por situaciones así, es que Trump arrasó en la elección anterior.
Por lo pronto, alcalde (y gobernador) vaya preparando su plan de acción. Éxito con lo que viene.
Glosa: Ante la incapacidad, ineptitud o limitada acción del gobierno federal de la 4T (anterior y actual) por controlar el problema migratorio, algunos estados han tratado de cubrir ese vacío aplicando políticas propias como instalación de retenes en las carreteras de entrada a sus territorios o poniendo de su personal a disposición del Instituto Nacional de Migración para que le apoyen en su tarea. Coahuila, Nuevo León y Sonora son algunos ejemplos. En 2025 tendrán que hacer mucho más que eso.
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