Artículo Más Información, 25 de octubre
de 2023
LOCALEANDO - Jaime Villasana Dávila
Todo pinta para que por segundo sexenio consecutivo Nuevo León tenga, al menos por un tiempo, un gobernador que no fue elegido popularmente, es decir, uno interino.
El primero fue Jaime Rodríguez, el Bronco, quien buscó la presidencia en 2018 como candidato independiente.
El segundo en seguir esta ruta de manera consecutiva sería Samuel García, dado que ya solicitó la licencia respectiva al Congreso de Nuevo León. Ya veremos si se la otorgan, recordando que la mayoría la tienen el PAN y PRI y el gobernador está en un conflicto total con dichos partidos.
La solicitud de García deja varios mensajes:
PRIMERO: Los políticos casi no tienen palabra y Samuel García nos lo volvió a recordar. Una y otra vez dijo que no pediría licencia para competir por la presidencia llegado el momento y, aquí lo tenemos; pidiendo solicitud de licencia. Quizá al final no concrete el proceso y se arrepienta, pero dicha solicitud ya la tramitó. La posibilidad de más poder (aunque la disfrazan diciendo cosas sin sentido) siempre les ganará a los políticos por sobre las promesas que realicen.
SEGUNDO: Samuel viene ejecutando un programa de obras en NL muy amplio, principalmente en materia de transporte público en la zona metropolitana de Monterrey. Concretar estas obras es una prioridad para dicha zona debido a la contaminación y tráfico. Sin su liderazgo es muy posible que su ejecución se vuelvan más lentas. Cuando regrese (si es que se va y si es que regresa) es también posible que el contexto político y económico sea ya diferente, obstaculizando la conclusión de las obras.
TERCERO: A Nuevo León le urge estabilidad y certidumbre política de mediano y largo plazo para hacerle frente a sus enormes retos (agua, contaminación, ambiental, seguridad). La posible licencia de Samuel no lo otorga. Es cierto que los estados (municipios o países) son mucho más que sus líderes políticos (la vida sigue), pero requiere de estos para hacerle frente de manera organizada y decisiva a sus retos.
CUARTO: A Nuevo León no le ha ido del todo bien con la alternancia política en la gubernatura. Los gobernadores del PAN salieron a deber en su momento. El regreso del PRI resultó peor con Rodrigo Medina. El gobernador independiente (El Bronco) generó resultados muy limitados. El actual gobernador los está obteniendo, pero está abandonando el barco. Ciertamente en el ámbito económico las inversiones siguen llegando y el desarrollo ampliándose, pero ello no es suficiente. Las incertidumbres políticas siempre traen costos. El desarrollo que no es integral (incluyendo el político) no es sostenible.
QUINTO: Todo parece indicar que Movimiento Ciudadano (MC) tendrá candidato presidencial en 2024 ya sea con Samuel García (candidato interno) o Marcelo Ebrard (candidato externo). Al primero lo arropa la militancia. Al segundo se le percibe como un arribista. Si al final el segundo resulta el elegido, el líder eterno de MC deberá hilar muy fino para evitar la fuga de cuadros políticos, como ya lo amenazó el gobernador de Jalisco.
SEXTO: Samuel García está en todo su derecho de competir por la candidatura presidencial por MC. Esto a sabiendas de que AMLO y MORENA están causando daño al país y de que su visión de país no es democrática, según lo reconoce el líder de MC, Dante Delgado. El problema radica en la contradicción de Samuel con sus posturas. Se dice demócrata y sabe que su posible candidatura debilita las posibilidades de Xóchitl Gálvez. Se dice federalista y apoya al presidente más centralista en la historia moderna de México.
Qué rápido se deshizo Samuel de su ideología democrática y federalista. Una pena, pues pintaba para hacer historia en Nuevo León. La oportunidad que le dio la suerte (la gubernatura le cayó de chiripa) parece no quererla aprovechar.
Bien dice el proverbio chino; “dale el poder a un hombre y entonces lo conocerás”. Ahora ya te conocemos Samuel. La buena noticia es que te queda todavía mucho tiempo de la gubernatura para corregir.
www.localeando.com Twitter: @jvillasanad
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