Artículo publicado en Más Información, 8 de mayo de 2024
LOCALEANDO
- Jaime Villasana Dávila
Si haces a un lado el depósito mensual o bimestral que te hace el gobierno federal ya sea porque eres adulto mayor, estudiante, ama de casa, plantas árboles o lo que sea ¿con qué te quedas del gobierno de AMLO y la 4T?
Seguramente me vas a decir que el salario mínimo se incrementó al doble o triple. También me dirás algo como “AMLO es bien buena onda, habla como yo, dice las cosas como son, ataca a los ricos o de clase media, es pueblo y, en suma, es como yo”.
O quizá, una vez que ya no tengas
más cualidades que resaltar del gobierno de AMLO y la 4T, me vas a argumentar que
“ya era hora que gobiernen otros y no los mismos corruptos de siempre del
PRIAN”.
Aunque no voté por AMLO en 2018 sí tenía esperanza de que algo pudiera cambiar para bien en la vida pública de México si quedaba electo como presidente. Como ciudadano quería que el PRI y el PAN ya no estuviesen en el gobierno federal debido a los graves errores cometidos en la época de la alternancia con los gobiernos de Fox, Calderón y Peña Nieto, resaltando por mucho la corrupción, la vida de lujos de los servidores públicos de alto nivel y la toma de decisiones que favorecían a unos cuantos.
Pero luego de casi seis años de gobierno de AMLO y la posibilidad de otros seis de la 4T bajo el mando de Sheinbaum, el escenario es peor al heredado por los gobiernos federales del PRI y PAN.
Si eres sincera(o) contigo misma(o) te has dado cuenta personalmente, por familiares o conocidos y/o por las noticias que la inseguridad es mayor. Hay estados y zonas del país donde la vida de sus habitantes se reduce a la luz del día.
¿Quieres hablar de combate a la corrupción, una de las banderas de AMLO en 2018? Pues te tengo malas noticias. Los casos abundan por todos lados, estando peor la situación que hace seis años. Tan solo teclea en Google “corrupción en gobierno de AMLO” o “corrupción en la 4T” y podrás visualizar un sinnúmero de casos documentados por periodistas y organizaciones serias.
Pasemos al tema de salud y el desastre es igual o peor al de inseguridad; falta de medicinas, acceso a consultas en hospitales públicos, vacunación de menores, etc. Ya ni hablemos de la pandemia COVID; 300 mil muertos adicionales por malas decisiones del gobierno de AMLO. Aquí puedes consultar el reporte recién presentado por una comisión independiente.
La educación, la inminente quiebra de PEMEX, los apagones de electricidad, la polarización en las pláticas con familiares y amigos, las mentiras diarias de AMLO y muchos otros temas, son señales muy claras de que el país no va bien.
Pero la señal más clara y mil veces más peligrosa respecto a todas las anteriores, es la concentración del poder que AMLO, Sheinbaum y MORENA quieren hacer para sí mismos. En otras palabras, quieren que pasemos de una democracia normal en la que elegimos libremente en las urnas, lo cual hemos hecho desde 1997, a una “democracia dirigida” por ellos, lo cual ha comenzado a configurarse desde el mismo día en que arrancó el sexenio de AMLO.
Pero ¿qué es una democracia dirigida?
De entrada, en una democracia normal (un país democrático) se celebran elecciones con voto libre y secreto y son organizadas por una autoridad electoral imparcial. A ello súmale un Poder Judicial independiente, libertad de asociación política, libertad de expresión y Congreso plural como balance al Poder Ejecutivo (Presidente). Hay más elementos pero dejémosle hasta aquí.
En cambio, una “democracia dirigida” es aquella en la cual se celebran elecciones simuladas y controladas por el gobierno en turno para mantenerse en el poder. En otras palabras el gobierno se apropia de la autoridad electoral, coloca jueces electorales a modo, somete a la oposición, ejerce presión a los electores para votar por él y ataca o mete a la cárcel a todo el que no piense como él. Añádele el control del Poder Judicial y del Congreso, quien no cambia ni una como a las leyes propuestas por el Presidente.
Ejemplo de “democracias dirigidas” son China, Rusia y Venezuela. Son países capitalistas con beneficio para unos cuantos y cuyo partido gobernante lleva décadas en el poder. Naturalmente hay diferencia entre ellos. En China solo hay elecciones para alcaldes aunque no hay oposición y para gobernadores y presidente no hay elecciones en las que participe la ciudadanía; son elegidos por el partido en el poder. En Venezuela y Rusia sí las hay en todos los niveles pero son elecciones “fake” (falsas o simuladas), controlado todo por el gobierno.
Regresemos a México. Hasta 2018 hubo elecciones en México que fueron las de una democracia normal con una autoridad electoral independiente e institucionalmente sólida. Digo sólida porque el Consejo General del INE trabajaba coordinadamente, todos los cargos estaban ocupados y todos los jueces electorales estaban en funciones. La maquinaria estaba aceitada.
Sin embargo, luego de 2018 AMLO, la 4T y Sheinbaum han venido debilitando lentamente al INE y a los jueces electorales. Hoy el Consejo del INE está dividido porque los integrantes nombrados por AMLO y MORENA trabajan poniendo la ideología por delante. Muchos puestos en el INE siguen vacantes. Asimismo, faltan dos de los siete jueces que deben conformar al Tribunal Electoral y decenas de cargos de jueces electorales en los estados están vacantes. Todo ello porque AMLO y MORENA no quisieron nombrarlos en negociaciones con la oposición.
Tenemos entonces una autoridad electoral débil y ¿quién gana cuando hay una autoridad electoral débil? Si eres sincera(o) contigo misma(o) ya sabes la respuesta, pues es muy lógica; gana el partido en el poder, es decir, el gobierno.
A esto súmale que en el Poder Judicial a partir de noviembre habría un cuarto juez de MORENA en la Suprema Corte si gana Sheinbaum, haciendo que habría cuatro jueces de MORENA y siete independientes. Con ello es suficiente para que MORENA en el Congreso apruebe el tipo de leyes que quiera, pues no podrán ser declaradas inconstitucionales dado que se requieren ocho de once para que así sea.
Por ejemplo, si MORENA gana presidencia y la mayoría en el Congreso en un mes y decide cambiar a su favor leyes electorales y al INE, estas no podrán ser declaradas inconstitucionales y podrán ser aplicadas.
Para no alargarme más; la democracia “normal” en México está en grave riesgo de pasar a ser una democracia dirigida, de esas tipo rusa, china y venezolana, donde no hay libertad de expresión, el gobierno no dialoga y somete a la oposición y además te persigue y vigila todo el tiempo ¿eso quieres? Porque el gobierno de AMLO vigiló a ciertos opositores e incluso a integrantes de su gobierno (Alejandro Encinas) con el programa Pegasus. Si fueron así teniendo poder limitado, ahora imagina lo que harán teniendo todo el poder.
Ahora mismo México está como la rana en el cazo con agua hirviendo; disfrutando del agua caliente (programa sociales) pero si no se da cuenta y se queda más tiempo ahí se va a morir cocida (México dejará de ser una democracia normal). Pero si se da cuenta y el 2 de junio elige para balancear el poder en México, entonces estará saltando del cazo con agua hirviendo y podrá seguir viviendo, tratando de salir adelante para fortalecer su democracia.
Glosa: Ayer hubo festejos en Coahuila y Nuevo León para celebrar los 200 años de vida como estados integrantes de México, pero fueron diferentes. En Nuevo León echaron toda la carne al asador para celebrar en un solo día con un evento magno en la Macro Plaza, aunque también hubo eventos menores en días previos. Por cierto, el gobernador Samuel García no cumplió con la presentación de la nueva bandera del estado. En cambio, en Coahuila la celebración arrancó ayer con un evento sencillo en Palacio de Gobierno liderado por el gobernador Manolo Jiménez y con representantes del gobierno de Texas y de EU.UU. A este evento le seguirán muchos otros por todo el estado hasta concluir el 16 de septiembre. Una anécdota interesante en el discurso del gobernador Jiménez fue que, a manera de broma, dijo que debería existir una visa especial para que texanos y coahuilenses podamos cruzar la frontera de ambos estados sin problema. Ello generó risas nerviosas entre los representantes texanos y estadounidenses y el resto de la audiencia.
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